El Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza ha implantado, por primera en España, y siendo pioneros también en Europa, la última innovación tecnológica en tratamiento del dolor crónico con el dispositivo más pequeño que existe actualmente mediante estimulación medular.
Las dos primeras intervenciones se han realizado el pasado 13 de febrero, en el quirófano del Hospital General de la Defensa de Zaragoza, a dos pacientes a quienes se les efectuó un implante con el sistema Eterna para la estimulación medular.
Las operaciones las hicieron los neurocirujanos del Hospital Universitario Miguel Servet, Carlos Fuentes Uliaque y Juan A. Alberdi Viñas. Desde esa fecha, se han implantado otros dos dispositivos más. Las intervenciones se han llevado a cabo, una en el Servet y otra, esta misma semana, en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza.
La prevalencia del dolor crónico se ha disparado en los últimos años hasta afectar en la actualidad al 27 por ciento de la población adulta. Representa el primer motivo de consulta médica y supone un coste de más del 2,5 por ciento del PIB en España. La estimulación medular ha sido recomendada por los médicos durante más de 50 años para ayudar a las personas a controlar el dolor crónico y mejorar su calidad de vida. Los dispositivos que se utilizan se componen de unos cables delgados --electrodos-- colocados sobre la médula espinal que, junto a una pequeña batería --generador--, colocada debajo de la piel, ayuda a interrumpir las señales de dolor antes de que puedan llegar al cerebro.
Este nuevo dispositivo, que se ha implantado por primera vez en España --ETERNA, de Abbott-- representa una importante mejora sobre los que se colocaban hasta el momento.
«Es el sistema recargable más pequeño del mercado, con una terapia clínicamente probada con resultados superiores a la estimulación medular convencional», ha explicado el neurocirujano del Hospital Universitario Miguel Servet, Carlos Fuentes Uliaque, uno de los dos especialistas que ha realizado estos dos implantes, junto con el también neurocirujano Juan A. Alberdi Viñas.
Mejor mantenimiento
Este dispositivo presenta un menor perfil de mantenimiento, ya que se recarga solo cinco veces al año, a diferencia de otros en los que hay que hacerlo semanalmente o a diario.
Este nuevo sistema de estimulación ofrece, además, una serie de ventajas para la comodidad de clínico y paciente, desde la compatibilidad con una resonancia magnética, hasta disponer de una tecnología intuitiva.
Incluso tiene la posibilidad de que en un futuro pueda hacerse la programación en remoto para realizar la modificación de la terapia de forma telemática, desde el propio domicilio del paciente con conexión a Internet, sin necesidad de que tenga que acudir a la consulta.
«Esto no solo abaratará costes de desplazamiento y medios técnicos y humanos, como los destinados a ambulancias o técnicos, sino que mejorará las condiciones del propio paciente al disminuir los inconvenientes que suponen tener que acudir muchas más veces al centro hospitalario, especialmente en el caso de las personas que viven en zonas geográficas de difícil acceso», ha añadido el doctor Carlos Fuentes Uliaque.
La recuperación de los pacientes a los que se les colocan los dispositivos de estimulación medular para dolor crónico es muy rápida tras la intervención, «aunque después de la operación puede pasar un tiempo hasta que se consigue sacar el mayor provecho posible a la terapia», ha concluido Carlos Fuentes Uliaque.