El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, ha sido tajante y ha asegurado que en la organización empresarial «no estamos a favor de la tasa turística». «Penaliza no sólo al visitante, sino también a los propios andaluces», ha dicho.
Así se ha pronunciado González de Lara a preguntas de los periodistas en la presentación del 'Estudio sobre la aportación de las empresas turísticas a la economía andaluza', presentado por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).
Al respecto, ha considerado que el turismo «se enfrenta a retos, como evitar la masificación o paliar los efectos negativos sobre la población residente», pero ha apuntado que «qué duda cabe que nosotros no podemos estar a favor de castigar fiscalmente a una industria que lo que genera es actividad económica, desarrollo y empleo».
Así, ha argumentado el rechazo, en primer lugar, «porque es inoportuno» y, en segundo, «porque es un tema que ha sido recurrente ahora mismo, pero que lo que hace es encarecer no sólo el coste de la vida de los ciudadanos, sino que penaliza no sólo al visitante, sino también a los propios andaluces».
«Una cuarta parte del turismo de Andalucía es de los propios ciudadanos andaluces, los cuales se verían perjudicados en su bolsillo y verían de alguna manera incrementado el coste de la vida, porque el IPC crecería; o sea, estás encareciendo el servicio turístico», ha explicado.
Y esto, ha apuntado el presidente de los empresarios andaluces, «por entrar en los parámetros económicos, no en las cuestiones ya de fondo», que, ha dicho, «no se justifican».
«Una industria que va bien, viento en popa, que es la industria de la paz, en un mundo que está cargado de incertidumbre, de amenazas bélicas, que somos líderes después de Francia en el planeta tierra, por delante de un continente que se llama Estados Unidos, lo vamos a penalizar aún más», se ha cuestionado.
En este punto, ha considerado que «los gobiernos lo que tienen que hacer, como está haciendo el Gobierno de Andalucía, es escuchar al sector, escuchar a la industria turística, escuchar al Consejo Empresarial de Turismo de CEA».
Precisamente, el presidente de dicho consejo, grupo de trabajo especializado dentro de la confederación, José Carlos Escribano, presente en la rueda de prensa, ha apuntado que «el aporte a través de fiscalidad del turista que visita Andalucía es suficiente, con creces importantes, y por tanto ya esa parte, esa cuota de contribución al desarrollo del territorio que visita está totalmente cubierta».
No obstante, ha dicho que entienden, «y ahí sí damos la mano a la Federación de Municipios y Provincias de Andalucía, que hay una distorsión en cuanto a la distribución de los ingresos fiscales del Estado a la hora de apoyar a los municipios que afortunadamente, afortunadamente repito, son municipios turísticos».
«Por tanto, ahí sí que nos vamos a dar la mano para buscar fórmulas a través de esa recaudación de impuestos para poder distribuirlas de manera más justa a estos municipios, insisto, que sí tienen en su seno la fortuna y la suerte de contar con una industria potente como la turística», ha apostillado.
Las cámaras de comercio se suman al no a la tasa turística
Por su parte, el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio ha acordado este jueves sumarse a las peticiones de rechazo de la implantación de una tasa turística en Andalucía por parte del sector turístico empresarial por su afección a la marcha de la economía andaluza, en la que el turismo es uno de sus principales motores.
Según han explicado en un comunicado, la red cameral andaluza considera que el establecimiento de esta tasa «supondría una merma para el liderazgo y crecimiento de este sector, por lo que se convertiría en un elemento de disuasión para la llegada de turistas, condicionando el futuro del sector en un mercado turístico cada vez más competitivo, especialmente en los precios».
Las Cámaras de Andalucía sostienen que la puesta en marcha de este impuesto «rompería la igualdad de condiciones y provocaría una competencia fiscal entre territorios, ya que hay territorios que no tienen establecida esta tasa». Además, cuestionan los «hipotéticos beneficios» de la medida, ya que este tributo «no tendrá un carácter finalista y, por tanto, no revertirá en la mejora de este sector fundamental en la economía andaluza».
«La ausencia de efectos positivos tiene su ejemplo más claro en la Comunidad Valenciana, también gobernada por el PP, que recientemente ha acordado suprimir esta tasa por su inutilidad al tener solo un afán recaudatorio», han manifestado a través de un comunicado.
Asimismo, las Cámaras de Comercio argumentan que esta tasa «no puede crearse como una fórmula para atender los problemas de financiación de los municipios, que serían las administraciones que recaudarían este impuesto», resaltando que los servicios municipales que prestan «ya están sostenidos actualmente por los numerosos impuestos que ya sufraga tanto el sector turístico como el resto de empresas».
Asimismo, han alertado del impacto en el IPC andaluz, ya que la creación de esta tasa «incrementaría los costes al trasladarse directamente a los precios de la oferta de alojamientos turísticos reglados, lo que incidiría en la inflación general de la comunidad y su afección se extendería así a todos los sectores económicos».
Por todo esto, desde el Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio han apelado «al diálogo con el sector empresarial para seguir trabajando desde la cooperación y el acuerdo, y no desde la imposición, en la toma de decisiones que afectan, como en este caso con una medida impositiva, a una actividad clave y estratégica para el desarrollo económico de la comunidad como es el turismo, rompiendo así una dinámica en Andalucía de rebajas fiscales para optar, por el contrario, por la creación de un nuevo impuesto que lastrará su actividad».