La fiscal en el juicio contra tres agentes de la Policía Nacional que abatieron a tiros a un chico en su casa de Vallecas ha modificado su acusación y ha solicitado su libre absolución al considerar que concurre una eximente completa de legítima defensa que les exime de responsabilidad penal.
El juicio ha quedado visto para sentencia con la última palabra de uno de los acusados, quien ha reiterado que obraron para defender su vida y la de sus compañeros. «Kevyn no nos dejó más opciones», a recalcado. Mañana, se entregará el objeto del veredicto al tribunal del jurado.
En su informe, la fiscal ha modificado sus conclusiones provisionales y ha cambiado su acusación a una eximente completa de legitima defensa al entender que existió una causa que justificó el comportamiento de los policías ante la actitud agresiva del joven fallecido. Inicialmente, pedía una pena de dos años y medio de cárcel.
La legítima defensa es una eximente de responsabilidad penal que consiste en cometer una acción punible cuando se obre en defensa de una persona o de derechos propios o ajenos. La consecuencia de la aplicación de la eximente de la legítima defensa es la absolución del acusado.
De igual modo, la familia ha cambiado en el trámite final de informes su petición de pena de diez años de cárcel por un delito de homicidio con dolo a cinco años de cárcel al apreciar una eximente incompleta por legítima defensa conforme a la prueba practicada en el juicio.
La madre, visiblemente afectada, y el hermano de Kevyn han querido estar presente en la sala compañados por un familiar. El pasado viernes, la Sala reprodujo la llamada en la que Esther alertaba a la Sala del 091 de que su hijo estaba violento, mientras su hermano comentaba que les quería matar. «¡Hay que esperar a que mate a alguien!», les espeto a los agentes.
Los acusados detonaron cerca de 19 disparos en la intervención policial realizada el 26 de noviembre de 2021 en la calle San Claudio de Vallecas después de que el chico les atacara con un cuchillo. El joven murió por un shock hipovolémico como consecuencia de los cuatro impactos recibidos en el abdomen.
En su declaración, los procesados defendieron que actuaron para defenderse de una agresión mortal, lo que les eximiría de responsabilidad penal en el caso de que el tribunal de jurado aprecie esta eximente en su modalidad completa.
A pesar de los disparos, tuvieron que esposar al chico en el suelo cuando le estaban asistiendo los equipos sanitarios. El consumo de diferentes tipos de drogas, entre ellas éxtasis, le llevó a tal estado de excitación que no era consciente de los impactos, según ratificaron los expertos forenses en a prueba pericial.
Ataque violento
En su informe, la fiscal ha recalcado que la duda que existía en la causa era si la legítima defensa era incompleta o completa, pero «concurre la última». «El chico saltaba encima del escudo para atacarles en zonas absolutamente vitales», ha subrayado, indicando que nadie sabía que el otro estaba disparando. «Evitaban su propia muerte o la de sus compañeros», ha dicho.
Además, ha incidido en que los peritos manifestaron que los disparos no se dirigieron a órganos vitales y que el chico podría estar sufriendo una psicosis tóxica como consecuencia del consumo anterior de diferentes tipos de droga.
La abogada de la madre ha esgrimido que «siendo honestos» piden la aplicación de eximente incompleta pero entiende que los agentes tienen que tener algún tipo de responsabilidad penal. «Concurre una eximente incompleta de libro», ha subrayado.
Ha llamado la atención de que el cuchillo usado por la víctima y que se localizó roto se pudo romper con el escudo de protección de los agentes al inicio de la agresión, por lo que los disparos se podrían haber efectuado cuando ya no había ningún tipo de superficie cortante.
El jurado popular visionó el pasado viernes una recreación visual en el que unos agentes que no son los acusados realizan una reproducción «concisa» de lo sucedido en la planta novena en un espacio de un metro entre el ascensor, las escaleras y la puerta de la vivienda. Todo ocurrió en menos de 50 segundos.
Las imágenes mostraban las acometidas de la víctima con un cuchillo contra los agentes y cómo estos se ven obligados a desenfundar sus armas reglamentarias después de que el escudo se les cayera al tropezar al estar en un espacio muy reducido.
Los forenses manifestaron que hallaron tres tipos de droga en la analítica de sangre y orina del fallecido que pudieron influir en su estado de excesiva agresividad, ratificando en la vista oral que hubo un consumo reciente con varias dosis en las ocho horas anteriores a la muerte.