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CEPYME Aragón alerta de la pérdida de 6.729 empresas en tres años, en su mayoría micropymes

La presidenta de CEPYME Aragón, María Jesús Lorente; el vicepresidente de CEPYME Aragón y presidente de la Federación de Empresas del Metal de Zaragoza, FEMZ, Benito Tesier; y el presidente de CEOE- CEPYME Huesca, Fernando Luna. | CEPYME ARAGÓN

| Zaragoza |

En los últimos tres años Aragón ha perdido 6.729 empresas, pasando de 90.682 en 2020 a 83.953 en 2023, siendo las pymes y las micropymes las que han sufrido una mayor mortandad. CEPYME Aragón ha advertido de que esta cifra revela la «difícil situación» que están enfrentando las pequeñas y medianas empresas, que, además, se ve acrecentada por los continuos cambios normativos del Gobierno.

Especialmente complicado ha sido el año 2023 en el que 5.423 empresas aragonesas han desaparecido respecto al año anterior, de las que el 96,3 por ciento son sin asalariados, es decir, autónomos.

Esta cifra, sostiene CEPYME Aragón, es «muy preocupante» teniendo en cuenta que el tejido empresarial está formado en un 99,1 por ciento por micropymes y pequeñas empresas --con menos de 50 trabajadores--.

«El 51 por ciento de las empresas de Aragón no tienen asalariados», ha señalado la presidenta de CEPYME Aragón, María Jesús Lorente, para aseverar que «el territorio lo sostienen las pymes y micropymes». «Pedimos al Gobierno de España --ha recalcado-- que sea valiente y nos tenga en cuenta a la hora de legislar. Las pymes jugamos un papel vital en la economía y es importante que nos ayuden a crecer».

Variables

La productividad es un parámetro fundamental para medir la salud de una economía y en España ha bajado un 7,3% en lo que va de siglo, alejando a España de otros países que sí han logrado mejoras, como Alemania (+11,8%), Reino Unido (+8,8%) o Francia (+0,8%), ha subrayado el vicepresidente de CEPYME Aragón y presidente de la Federación de Empresas del Metal de Zaragoza, FEMZ, Benito Tesier.

Entre los costes empresariales destaca la subida de las cotizaciones sociales, el incremento de la cotización por contingencias comunes, el aumento de la base máxima de cotización, la revisión salarial del 2023, la subida salarial del 2024 y el incremento general de costes.

«Todos los cambios laborales que se están publicando están dificultando a muchos sectores, como el agrícola, que no trabajamos por horarios sino por momentos», ha criticado el vicepresidente de CEPYME Aragón y presidente de CEOE- CEPYME Huesca, Fernando Luna.

CEPYME Aragón ha recordado que el Salario Mínimo Interprofesional ha subido un 54% en los últimos 6 años, pasando de los 735,9 euros mensuales en 2018 a los 1.134 euros actuales, mientras que la media europea apenas supera el 30%.

Así, el aumento en España duplica el de Bélgica (25,1%) y Luxemburgo (24,2%) y Reino Unido (20,7%); ha sido casi tres veces mayor que las de Francia (16,6%) y Holanda (16,5%), y más del triple que Irlanda (15,4%).

Además, el coste total del salario mínimo, incluyendo cotizaciones, es el segundo más alto de la UE en relación con la productividad, sólo por debajo de Francia. Las alzas deben siempre ir acompasadas a la marcha de la situación empresarial para no impactar en el empleo.

A este respecto, la organización empresarial ha subrayado las graves consecuencias sobre las empresas que mantienen contratos con las administraciones que se ven obligadas a cumplir su vigencia, con escasos márgenes de beneficio o trabajando a pérdidas.

Subida del smi

«En algunas comarcas de Aragón la subida del SMI supone que el salario esté por encima del 70% del salario medio», ha subrayado Lorente. En la comunidad autónoma el marco del diálogo social hace posible que vengan inversiones y en el ámbito nacional el diálogo social «ha saltado por los aires», ha comparado.

Por otro lado, los empresarios están preocupados por la propuesta anunciada por el Gobierno de reducir la jornada laboral a 38,5 horas en 2024, para fijarse en las 37,5 horas el año que viene, una medida que «no deja de ser una subida encubierta del SMI porque supone trabajar menos horas por el mismo salario, es decir, cobrar más», ha argumentado.

Un descenso de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales supone aumentar el coste laboral/hora en un porcentaje equivalente a un 6,25%.

CEPYME Aragón considera que cuando se toman decisiones de este calibre es «necesario» valorar las consecuencias porque se debe tener en cuenta el tamaño de la empresa, la actividad a la que se dedica y la población en la que está establecida.

La política económica debería estar guiada por la «prudencia» y adoptar medidas cuando «se tenga certeza sobre sus efectos, tanto positivos como negativos», ha indicado Lorente. «En un escenario en el que los empleados trabajen menos horas siendo igual de productivos, su producción caerá en la misma proporción en la que baje el número de horas que trabajan, lo que provocaría una caída del PIB», ha recordado Tesier.

«Debemos estar atentos a no destruir el círculo virtuoso que necesitan las empresas para generar riqueza», ha señalado. Asimismo, la organización empresarial cree que este tipo de cuestiones deben quedar en el marco de la negociación colectiva de cada sector o en los acuerdos entre empresa y trabajador, de forma que sea posible adaptar los ritmos de actividad.

Ayudas al funcionamiento

Por su parte, los representantes de CEPYME Teruel han reclamado de nuevo al Gobierno que modifique el alcance de las ayudas al funcionamiento para que se aplique tanto a empresas de nueva creación como a las ya existentes; así como que se incluya a los autónomos.

«Actualmente las ayudas no llegan a los 25 millones de euros en toda España, de los que solo 8 llegan a Teruel», ha criticado María Jesús Lorente.

CEPYME Aragón ha vuelto a mencionar uno de los males crónicos del mercado laboral: la falta de profesionales. Una debilidad que reduce las posibilidades de relevo generacional en las empresas familiares y que, además, «lastra» especialmente a las pymes mermando su capacidad de crecimiento y de ampliación de plantilla.

La organización empresarial considera que estas distorsiones en el mercado laboral requieren una revisión de los programas educativos, en coordinación con los representantes de empresas y trabajadores, para adecuarlos a las necesidades presentes y futuras del sistema productivo.

Agilizar

Por otro lado, el presidente de CEOE-Huesca, Fernando Luna, ha querido pedir al Gobierno de Aragón que «agilice los trámites en el Inaga y el Instituto Aragonés del Agua para desbloquear algunas inversiones».

Con toda esta situación problemática sobre la mesa, CEPYME Aragón ha recordado que el 29% de las empresas todavía registra pérdidas, 4,4 puntos más que antes de la pandemia, según los datos más recientes del Banco de España, del primer semestre de 2023.

Unas cifras que ponen de manifiesto la necesidad de apoyar al tejido empresarial y de legislar de una vez por y para la pyme, generadora de 7 de cada 10 empleos en la Comunidad Autónoma de Aragón.

«Es fundamental trabajar conjuntamente para mantener un ecosistema atractivo utilizando los recursos que tenemos o la logística de Aragón», ha concluido Benito Tesier.

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