La Guardia Civil mantiene abierta una investigación ante la desaparición de tres jóvenes quienes, conforme a los hechos trasladados por su familiares, se habrían echado al mar el pasado 25 de febrero en aguas de Cabo de Gata (Almería), donde se les perdió la pista, a bordo de una «embarcación petaquera».
Fuentes de la Comandancia han confirmado a Europa Press que se han interpuesto dos denuncias por personas desaparecidas en las mismas circunstancias, de modo que se analizan los datos que han aportado cada una de las familias.
Una de esas familias es la de Adil Lamsiyah, que acudió el pasado 1 de marzo al puesto de la Guardia Civil de El Ejido (Almería) para denunciar la desaparición del joven de 20 años junto con otras dos personas al creer que posiblemente «pilotaba una embarcación petaquera».
«La madre está muy mal, se sienten abandonados totalmente», ha explicado a Europa Press el tío del desaparecido y portavoz de la familia, Jalal Benaissa, quien espera que se movilicen medios marítimos que permitan una búsqueda al creer que la embarcación en la que presuntamente iba su sobrino se hundió en el mar. «Nadie se ha movido, nadie ha hecho nada», ha lamentado.
En este sentido, ha asegurado que han contactado incluso con presuntos miembros de la «banda organizada» en la que se habría implicado su sobrino desde Balerma para tratar de obtener más información sobre su paradero aunque sin éxito hasta el momento.
Asimismo, y ante la falta de pistas, la familia no descarta que los tres desaparecidos pudieran guardar relación con la rescate que se produjo el pasado 27 de febrero a unas 15 millas de Cabo de Gata (Almería) por parte de un helicóptero de Salvamento Marítimo de dos personas que luego fueron detenidas por contrabando, ya que las mismas refirieron la presencia de tres personas más que habrían marchado a bordo de una lancha.
«Si supiéramos quienes son tal vez les podríamos preguntar si saltaron a otra embarcación o algo», ha sopesado el portavoz de la familia, quien ha urgido a la movilización de medios marítimos para esta búsqueda que, por el momento, la Guardia Civil encuadra en una desaparición «voluntaria».
La denuncia interpuesta por la familia recoge que el joven, que habita en Balerma junto con unos compañeros de piso, remitió el domingo, 25 de febrero, un vídeo a su pareja sentimental en el que aseguraba iba a estar «fuera» y «volvería en unos días» sin detallar a dónde iba y con quién.
Así, fue el día 1 de marzo cuando la madre fue contactada con una amiga quien le aseguró que había escuchado en Balerma «un rumor» de que su hijo «seguramente haya muerto en el mar» junto con otras dos personas; una de ellas también denunciada como desaparecida.
Los familiares de Adil y la Asociación SOS Desaparecidos han publicado avisos para localizar al joven, de 20 años y 1,75 metros de estatura, de complexión delgada, con el pelo y los ojos de color negro.