El grupo de expertos para impulsar mejoras educativas en Catalunya ha propuesto 18 «medidas urgentes» a aplicar a partir del curso 2024-2025 para revertir los malos resultados del informe PISA, que pasan por ampliar el personal docente y no docente, incrementar las aulas de acogida, estabilizar plantillas en centros de alta complejidad, impulsar el aprendizaje por competencias y estudiar un marco horario común.
Lo ha explicado la consellera de Educación de la Generalitat, Anna Simó, en una rueda de prensa este miércoles tras reunirse con los expertos educativos, que le han hecho entrega de un documento que recoge 52 actuaciones y 154 medidas, y que también pone el foco en la formación de los docentes, ya que creen que tiene que ser más y de mejor calidad, según ellos.
Simó ha dicho que ahora tendrán que evaluar la puesta en marcha de las propuestas y se ha comprometido a definir «en semanas» el coste de las medidas y su calendarización.
Ha querido trasladar su «predisposición total» para incorporar las medidas desde el inicio del próximo curso, ha recordado que se cuenta con 50 millones de euros de los Presupuestos de la Generalitat para 2024 para tirar adelante las propuestas del grupo de expertos, y ha apelado a la responsabilidad de los grupos para apoyar las cuentas.
Entre las medidas prioritarias, se encuentra definir los «aprendizajes esenciales» sobre lectoescriptura, competencia oral y matemáticas que se deben adquirir en las etapas de Educación Infantil, Primaria y ESO, y crear un perfil de maestro especialista en competencias matemáticas e incorporarlo a la plantilla de cada escuela con funciones de orientación y coordinación.
También se prevé incluir en las orientaciones sobre Bachillerato una indicación para que los centros «que lo consideren oportuno, de acuerdo con sus resultados», puedan utilizar una de las franjas optativas para diseñar recursos para mejorar la competencia lingüística o matemática, y dar orientaciones a los docentes para dar un enfoque a los estudios de acuerdo a la nueva Selectividad.
El grupo ha propuesto elaborar un estudio sobre el impacto de las horas lectivas y no lectivas en los resultados de aprendizaje y el bienestar del alumnado y también «sobre la posibilidad de implementación de un marco horario común» para todo el servicio educativo de Catalunya.
Preguntado por medidas como la recuperación de la sexta hora o la modificación de horarios, pedidas por las familias, el coordinador del grupo de expertos y presidente del Consell d'Educació de Catalunya (CEC) Jesús Vinyes ha considerado que son decisiones estructurales que se deben estudiar, y reitera que «no hay evidencias de que hay una relación directa con los resultados» de PISA.
Personal
Además, se apuesta por incrementar el personal de apoyo docente y no docente en función de las necesidades del alumnado --como los técnicos de integración social (TIS), educadores sociales, personal de apoyo intensivo a la escolarización inclusiva (SIEI) o dinamizadores de patios--; favorecer la implementación del modelo de tutoría compartida en la ESO con grupos de menos de 15 alumnos; e incentivar la participación del alumnado en el aprendizaje y en el centro.
Se llama a incrementar las aulas de acogida y revisar el modelo actual; facilitar herramientas para mejorar la comunicación entre centros y familias; trabajar en la prevención del abandono desde el primer ciclo de la ESO; y «centrar el trabajo de los equipos directivos y docentes en el liderazgo pedagógico».
Estabilización
El grupo ha consensuado determinar un porcentaje máximo de renovación de plantilla por centro para estabilizar a los docentes; crear un sistema de incentivos para la estabilización de plantillas en centros de alta y máxima complejidad; estudiar la distribución horaria semanal de docentes de la ESO para facilitar las coordinaciones presenciales y reuniones «sin aumentar su jornada».
Por último, se ha apostado por incrementar recursos para avanzar hacia una educación a tiempo completo «asegurando el acceso de alumnado vulnerable a las actividades tanto en tiempo no lectivo como lectivo»; y dedicar como mínimo un 6% del PIB para una educación de calidad, como prevé la Ley de Educación de Catalunya (LEC).