El 10,1% de adolescentes españoles de 14 a 17 años ha sido víctima de conductas de control en relaciones de pareja, según un estudio del Observatorio Social de la Fundación La Caixa, que define como 'violencia de control' un comportamiento que limite la relación de la pareja con sus amigos, impida reunirse con otras personas o si le revisan el móvil.
El informe 'Violencia en las relaciones de pareja entre adolescentes', que recoge datos preliminares de una investigación que se presentará más adelante, también revela que las chicas de de 14-17 años declaran más victimización por esta violencia: el 13,3% de ellas sienten estas coacciones frente al 7,1% de ellos, informa la Fundación este lunes en un comunicado.
El artículo liderado por los investigadores Noemí Pereda, Marta Codina y Diego A.Díaz-Faes, de la Universitat de Barcelona (UB), no solo aborda la violencia en parejas adolescentes desde la perspectiva de las víctimas, sino que también estudia la posición de las que lo ejercen en sus relaciones.
El estudio analiza las respuestas de una muestra representativa de 4.004 jóvenes escolarizados, de los que el 51,2% son chicas, el 46,2% chicos y el 0,9% se identificaron como otros.
Pereda ha afirmado que la tasa de conductas de control que se ha obtenido en el estudio es «muy similar a la encontrada en otros estudios nacionales previos e incluso en otros estudios europeos: dichas conductas afectan a 1 de cada 10» jóvenes españoles.
"visión tradicional"
Ha dicho que esta forma de violencia vinculada a las conductas de control está «muy relacionada con una visión muy tradicional y patriarcal de lo que se supone que es el amor romántico, un modelo de relación en el que se interpreta el control como interés y respeto» por la pareja.
El estudio constata que el 13,6% de jóvenes ha sido víctima de algún tipo de violencia en las relaciones sentimentales, mientras que el 4,8% reconoce haberla ejercido contra su pareja, y la violencia de control la más común desde ambas perspectivas.
Pereda ha afirmado que las relaciones en las que chicos o chicas dicen que controlan a sus parejas «son temporales y el modelo del amor romántico desaparece con el paso del tiempo y nuevas relaciones».
Sin embargo, ha añadido en algunos casos esta conducta de control puede escalar a otras formas de violencia más graves, como la violencia física o la sexual, por lo que pide «incidir a través de la educación sobre estas concepciones dañinas de las relaciones y el amor que coartan la libertad de los jóvenes y los instan a seguir un modelo de violencia».
El informe constata que, si bien las chicas encuestadas reportan una mayor tasa como víctimas de conductas de control, también indican que controlan a sus parejas en mayor medida, y según Pereda, aunque pueda parecer contradictorio, se encuentra ya en trabajos previos por «el modelo educativo que ha primado en los últimos años respecto a la violencia en las parejas adolescentes y que ha generado que muchas chicas sean más sensibles a reportar estas conductas».
Según Pereda, «es probable que los chicos reporten menos sus conductas de perpetración a causa del mayor rechazo social que reciben cuando dicen cometerlas».
Los investigadores concluyen que, aunque la evaluación de la violencia en las relaciones de pareja entre adolescentes es compleja, los resultados corroboran que la tasa de victimización entre los adolescentes es alta, sobre todo chicas, y que la perpetración por tipo de violencia muestra que la violencia de control es la más prevalente en ambos sexos.