Los pueblos de la Ribera Alta del Ebro, en la provincia de Zaragoza, esperan «tranquilos» la llegada de la crecida extraordinaria del río, prevista para este jueves, después de que el pico máximo aguas arriba, en la localidad navarra de Castejón, haya quedado «bastante por debajo» de las últimas riadas, en los años 2015, 2018 y 2021.
Así lo ha explicado a Europa Press el presidente de la Comarca de la Ribera Alta del Ebro, José Miguel Achón, quien ha indicado que los datos de caudal registrados en Castejón, que sirven de referencia para estos pueblos aragoneses ya que el pico suele tardar 24 horas en llegar desde este punto, han sido algo más bajos de lo esperado.
La crecida máxima de caudal del Ebro a su paso por este municipio navarro se ha producido a las 11.30 horas de este miércoles con 2.088 metros cúbicos por segundo, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) recogidos por Europa Press. Las previsiones ofrecidas por el organismo de cuenca en los últimos días apuntaban hasta los 2.200 metros cúbicos por segundo.
En todo caso, son cifras menores a las alcanzadas durante las crecidas extraordinarias de 2015 --2.691 metros cúbicos por segundo--, 2018 --2.682 metros cúbicos por segundo-- y 2021 --2.500 metros cúbicos por segundo--.
El presidente de la comarca ha dicho que no se ha registrado ningún incidente en la zona hasta el momento y que ha activado el protocolo con los servicios sociales para trasladar de forma prioritaria a las personas dependientes en el caso de que hubiera que desalojar algún casco urbano, algo que por ahora no está previsto, al igual que en el caso de las residencias de mayores.
Ha destacado que, de momento, las motas están aguantando y que las infraestructuras, reforzadas tras la última crecida extraordinaria, están preparadas para la riada.
Situación de alerta, pero no de emergencia
La situación del río Ebro a su paso por la provincia de Zaragoza está en fase de alerta, pero no de emergencia, ha precisado la consejera de Presidencia, Interior y Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, quien ha presidido este miércoles por la mañana la reunión del Centro de Coordinación Operativa (CECOP).
Una situación, ha explicado, que es «como un paso previo» que permite «informar a la población, avisar de cómo está la situación actual y lo que puede ocurrir», así como coordinar todos los medios técnicos y de emergencias entre todas las instituciones que tienen que intervenir.
La previsión es que el pico de la crecida llegue a los pueblos ribereños aragoneses durante la mañana de este jueves, 29 de febrero, mientras que la avenida se espera en Zaragoza un día más tarde.
Por el momento, el caudal del Ebro a su paso por la capital aragonesa se sitúa en los 882 metros cúbicos por segundo y los 2,97 metros de altura, aunque no deja de subir.