Los vecinos del barrio bilbaíno de Errekalde cuentan desde hace unos días con dos nuevos ascensores públicos que mejorarán la accesibilidad peatonal en Artazu Bekoa, salvando un desnivel de 7,26 y 8,81 metros de altura, tras una inversión municipal de más de un millón de euros.
La alcaldesa de Bilbao en funciones, Amaia Arregi, ha visitado esta mañana Artazu Bekoa, donde el Ayuntamiento de Bilbao acaba de concluir la construcción de dos nuevos ascensores verticales, con los que mejora sustancialmente la accesibilidad peatonal y la movilidad vertical en este barrio de Errekalde.
Se trata de un proyecto que ha contado con un presupuesto de 1.065.375,62 euros (IVA excluido) y que se ha desarrollado en los últimos nueve meses.
En la visita, Arregi ha estado acompañada por los concejales de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, Asier Abaunza, y de Obras Públicas y Servicios, Kepa Odriozola, además de otras y otros miembros de la corporación municipal.
El grupo de viviendas de Artazu Bekoa se emplaza en la ladera que salva el desnivel entre el trazado de la autovía A8 -en la parte alta del barrio- y la carretera Errekalde-Larraskitu, en la parte baja. Se trata de una zona conformada por una serie de calles paralelas entre las cuales existe un fuerte desnivel. En concreto, son casi 18 metros entre la parte baja y alta del ámbito.
Por ello, la implantación de estos ascensores implica «una mejora notable en la accesibilidad del grupo en su conjunto, ya que con ellos se genera un eje accesible de comunicación entre las distintas plataformas del barrio, que anteriormente contaban únicamente con escaleras y rampas para superar las distintas pendientes», según ha destacado el consistorio.
En concreto, el primer ascensor se sitúa en la parte baja del grupo Artazu Bekoa, en el talud existente junto al portal número 30. Salva un desnivel de 7,26 metros y dispone de dos paradas dispuestas a 180 grados. La conexión entre el desembarco superior y el camino existente se materializa mediante una pasarela metálica de 15,72 metros de longitud.
Para continuar con el eje accesible de comunicación en el barrio, ya en la zona superior, se ha abordado la construcción de un segundo ascensor, en la explanada existente junto al portal 29. Este tiene también dos paradas dispuestas a 180 grados y salva un desnivel de 8,9 metros. En este caso, la conexión entre el desembarco superior y el camino existente se realiza mediante pasarela metálica de 9,11 metros de longitud.
Ambos elevadores se resuelven estructuralmente mediante núcleo vertical, con estructura metálica y recubierta de vidrio laminado. Tienen capacidad para 13 personas y disponen de videovigilancia las 24 horas del día.
Además, y de forma complementaria, se ha ejecutado una acera accesible que conecta el desembarco superior del segundo ascensor con la pasarela sobre la autopista.
Movilidad vertical
Con la puesta en marcha de estos ascensores, ya son 70 los elementos públicos verticales en funcionamiento en la ciudad, a los que habrá que sumar los que actualmente se encuentran en ejecución: dos en Solokoetxe, cuya obra está a punto de culminar, y el elevador inclinado proyectado para el barrio de Masustegui.
Además, otros tres se encuentran en fase de licitación: dos en Zurbaranbarri y otro más entre la plaza de la Cantera y la calle Concepción, en San Francisco.
La construcción de estos dos ascensores del entorno de la calle Garate cuenta con financiación europea. En concreto, un importe subvencionado de 919.380,97 euros, en el marco del Programa de Ayudas a Municipios para la Implantación de Zonas de Bajas Emisiones y la Transformación Digital y Sostenible del Transporte Urbano, impulsado dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea.