Un juez de Almería ha decretado el ingreso en prisión de una mujer acusada de haber cometido hasta cinco robos a personas de avanzada edad ante las que se habría hecho pasar por cuidadora de dependencia y a las que habría suministrado sedantes y opioides para que perdieran el conocimiento, llegando a fallecer una de las víctimas, de 90 años, tras la intoxicación sufrida.
El Juzgado de Instrucción número 6 de Almería, en funciones de guardia, ordenó el ingreso en prisión de la mujer, detenida por la Policía Nacional en el marco de una investigación previa, acusada de cinco delitos de robo con abuso de confianza en concurso con cuatro delitos de lesiones y otro de homicidio. También se le achaca un delito de tenencia ilícita de armas, según han confirmado a Europa Press fuentes del TSJA.
Fuentes de la investigación han señalado a Europa Press que la mujer habría actuado, al menos, entre marzo y noviembre del pasado año cuando se habría dirigido a los domicilios de las víctimas, todas residentes en la capital, haciéndose pasar por cuidador de la dependencia o empleada doméstica.
Conforme sostiene la investigación, la arrestada habría elegido a personas de avanzada edad que vivían solas o que se hallaban en situación de dependencia, en algunos casos apenas sin familiares, para poder llevar a cabo sus planes, sentido en el que además se presentaba ante ellos ataviada como una profesional del sector.
En base a los indicios recopilados por los investigadores, la mujer se habría ganado la confianza de las víctimas a través de conversaciones previas para ofrecerles sus servicios, de modo que una vez que lograba acceder a las viviendas, les habría suministrado supuestamente benzoadiacepinas o fármacos similares para hacerles perder el conocimiento.
La mujer habría aprovechado dicha situación para poder sustraer dinero en efectivo y joyas a las víctimas, todas varones, mientras que se encontraban inconscientes. En este sentido, se habría apoderado de más de 15.000 euros y de joyas en los sucesivos robos, sin que pudiera llevarse nada en uno de ellos, conforme a la investigación policial.
Por su parte, las víctimas fueron encontradas posteriormente por sus familiares en estado de intoxicación, por lo que tuvieron que ser trasladadas a un centro médico ante las lesiones que les habría provocado la ingesta de los psicotrópicos.
Algunas estuvieron ingresadas varios días e incluso la última de ellas falleció el pasado 19 de diciembre tras más de tres semanas en el Hospital Universitario Torrecárdenas, al que llegó a causa de una intoxicación por ingesta de metadona y benzodiacepinas suministrados presuntamente por la acusada, quien se habría llevado varios sobres con dinero de su casa.
La investigación iniciada para aclarar los hechos motivó el registro de la vivienda de la acusada el pasado 31 de enero, en el que se encontraron medicamentos similares a los que habían tomado las víctimas así como dinero en efectivo y joyas. Los agentes también encontraron una pistola, un cargador y abundante munición.
El letrado defensor de la arrestada, Francisco Ferre, ha indicado en declaraciones a Europa Press que el caso se encuentra aún en una fase «embrionaria», sentido en el que considera que aún son escasos los indicios para atribuir a la acusada los hechos que se le imputan y que todavía se encuentran en investigación.
En esta línea, ha mostrado sus reservas a la espera de que se practiquen nuevas pruebas y se realicen los oportunos informes forenses en el marco de la instrucción que dirige el Juzgado de Instrucción número 5 de Almería.