El escritor barcelonés Eduardo Mendoza vuelve con 'Tres enigmas para la Organización' (Seix Barral), una novela policíaca en clave de comedia y sátira social protagonizada por los absurdos integrantes de una organización gubernamental secreta: «El humor es exigente. Si haces humor, tienes que hacer reír y ser eficaz».
En rueda de prensa en Barcelona, Mendoza (Barcelona, 1943) ha remarcado que el humor en la novela es «como cocinar, tiene un punto» y no pasarse de listo para que funcione de forma precisa, lo que viene de la propia intuición de cada uno a la hora de escribir.
'Tres enigmas para la Organización' narra como esta organización se enfrenta a la investigación de tres casos: la aparición de un cadáver en un hotel de La Rambla, la desaparición de un millonario británico en su yate y las singulares finanzas de una empresa de conservas, salpicada por la vida privada de sus integrantes.
Ha afirmado que con este novela ha querido que fuera «autocontenida» sin temas candentes ni contenido, y ha subrayado que ha querido que el lector entrara en el juego y una vez concluida se acabara como si finalizara una partida de Monopoly.
Preguntado por las similitudes que pueden tener sus personajes con los de 'Mortadelo y Filemón' de Francisco Ibáñez, ha afirmado que es «admirador» de la obra del historietista fallecido el año pasado, y ha asegurado que han bebido de las mismas fuentes.
El escritor ha asegurado que no era su intención retratar la Barcelona actual en la novela, pero que si pasa en la ciudad es «inevitable que pase el retratado», y ha afirmado que con el humor se produce una mirada sobre la realidad de manera deformada.
Novela negra
Ha explicado que para él las novelas clásicas de misterio como las de Sherlock Holmes le marcaron como lector, y ha asegurado que para él el género negro es la «novela más común» en la actualidad, ya que en las librerías puede haber un 70% de libros que son de investigación y misterio.
«Se ha convertido en el género más representativo y representado», ha dicho Mendoza, quien ha recordado que él empezó a escribir novela negra cuando en España no era común, pero siempre en su caso en clave de humor.
Mendoza ha recordado que dijo que no iba a escribir más novelas, pero que luego empezó a escribir ésta bajo el modelo de las series policíacas actuales, pero que a diferencia de estas que se toman muy en serio pensó en hacer «una para entretener, que sea una burrada».
El escritor ha asegurado que el hecho de decir que no escribiría más le ha dado mucha libertad para encarar 'Tres enigmas para la Organización' y que ahora se ve como «un poco así de tiempo de descuento. Si cae un gol bien, pero sí no, no pasa nada».
«Demasiadas veces he dicho cosas que no tendría que haber dicho. No sé lo que pasará dentro de un año o una semana», ha dicho, pero que si dentro de un año vuelve a convocar para presentar un libro él será el más feliz, aunque por ahora no tiene una idea y está volcado en presentar 'Tres enigmas para la Organización'.