El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado este viernes extender la bonificación durante todo 2024 las tarifas del bus y del tranvía en sus principales abonos. El consistorio bonificará un 20 por ciento estas tarifas, lo que unido al 30 por ciento del Gobierno central, permitirá reducir de nuevo a la mitad el precio de la tarjeta multiviaje, el Abono 30, el Abono 90, el Abono 365 y el Abono Joven.
Esta medida supondrá para el Ayuntamiento un coste adicional de, al menos, 14 millones de euros, que se suman a los 14,3 millones de las bonificaciones aplicadas este 2023 y el millón que asume el consistorio de las del 2022. En total, 29,3 millones de euros extra.
Para contribuir a garantizar la sostenibilidad económica del bus y el tranvía y poder mantener la bonificación del 50% del precio del transporte público, el Gobierno de la ciudad ha actualizado las tarifas a aplicar a partir del 1 de enero 2024.
Así el viaje con tarjeta bus --el más utilizado-- costará 0,43 euros, que son 2 céntimos más. Por su parte, el precio del billete
sencillo será de 1,60 euros, el Abono 30 costará 22,5 euros, 59 euros el Abono 90 y 202,5 euros el Abono 365, mientras que se mantendrán invariables todos abonos para personas desempleadas y perceptoras del Ingreso Aragonés de Inserción y del Ingreso Mínimo Vital.
Estas tarifas suponen una actualización de entorno al 5% con carácter general que tratan de compensar parcialmente el fuerte impacto que ha tenido en el presupuesto municipal la subida del IPC del transporte desde 2019, que acumula desde entonces una subida superior al 16%, y la aplicación de las diferentes bonificaciones.
Según las previsiones realizadas por el Servicio de Movilidad, el servicio ordinario de bus y el tranvía supondrán un coste en 2024 de 120,9 millones de euros. La aplicación de las bonificaciones del 50 por ciento supondrá elevar de nuevo el déficit del transporte, que se situará por encima de los 86 millones de euros.
De esta forma, los presupuestos públicos sufragarán más del 72 por ciento del coste de transporte urbano de Zaragoza y conlleva que el
Ayuntamiento deba adelantar la parte de la bonificación que corresponde al Gobierno central.