Once personas están siendo investigadas en Bizkaia por tráfico de drogas a través de paquetería por presuntos delitos contra la salud publica en materia de tráfico de drogas al recepcionar envíos con cogollos de marihuana y/o cannabidiol (CBD), interviniendo un total de 6,5 kilos, según ha informado la comandancia de Bizkaia de la Guardia Civil.
Los agentes, descubrieron once envíos conteniendo una sustancia vegetal de color verde (marihuana) y/o CBD, procedente de terceros países y de otras comunidades autónomas entre los meses de julio y agosto.
Tras el descubrimiento de la mercancía de cada uno de los envíos, los guardias civiles solicitaron a la autoridad judicial realizar las pertinentes entregas controladas con el fin de identificar a los receptores, atribuyéndoles un delito contra la salud publica en materia de tráfico de drogas.
Los cogollos, en su mayoría era enviados en bolsas termo selladas, destacando uno de los envíos que contenía 1,5 kilos, distribuidos en tres paquetes de 500 gramos cada uno. Dos personas de los once investigados son reincidentes al haber sido destinatarios de varios envíos.
Las operaciones, las cuales siguen abiertas, están siendo investigadas por las Patrullas Fiscales y de Fronteras de la Comandancia de Bizkaia y seguidas por los juzgados en funciones de Guardia de las localidades afectadas de la provincia.
La Guardia Civil de Bizkaia, dentro de sus funciones en materia de Resguardo Fiscal del Estado, realiza habitualmente análisis de riesgos en los envíos de empresas de paquetería con el fin de prevenir el contrabando y otros tráficos ilícitos.
Menos coste y riesgo
El tráfico ilícito de marihuana y/o cannabidiol a través de empresas de paquetería se ha incrementado en los últimos tiempos, según ha detallado la Guardia Civil. Las organizaciones dedicadas al narcotráfico conocen de este modus operandi que conlleva menos coste y riesgo.
Este método de ocultación tiene como común denominador la declaración de una mercancía de curso legal, que esconde la sustancia ilícita. Si bien, aunque dificulta su detección, la Guardia Civil, a través de sus Patrullas Fiscales y de Fronteras, fiscaliza los envíos sospechosos de portar tales drogas potenciando la lucha contra el contrabando y el crimen organizado en el ámbito fiscal.