La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha proclamado que con la legislatura que arranca comienza «una etapa política nueva» para la región en que la ha asegurado que no dejará que «el desánimo ni el rencor» les engañen ni les distraigan.
«Hoy empieza una etapa política nueva para Madrid, tiempo de renovación, ilusión, e ideas nuevas en el que lo mejor está por llegar a esta región única en el mundo a la que, cuanto más conozco, más respeto y admiro», ha comenzado su intervención la dirigente madrileña en su toma de posesión en la Real Casa de Correos, sede de la Presidencia regional.
Ayuso ha subrayado que cada vez asume la presidencia de la Comunidad «con mayor humildad, y responsabilidad, pero también con más vitalidad, más ganas y más confianza en el futuro» porque «las dificultades inimaginables» que los madrileños han superado a lo largo de la historia les han enseñado que «no hay obstáculo ni injusticia que juntos» no puedan vencer.
A su parecer, «Madrid vive un momento único, tiene más ganas e ilusión que nunca» y si es mucho lo que han conseguido hasta ahora mucho más será lo que puedan lograr si avanzan «unidos» y «con alegría de vivir». «La historia nos lo ha enseñado: cuando los españoles aparcamos nuestras diferencias y apostamos por la concordia, no solo alcanzamos las mayores cotas de libertad y prosperidad, sino que suscitamos la admiración del mundo», ha remarcado.
Llama a no perder las ganas
Para la dirigente madrileña, hay dos grandes males que se deben evitar: «perder las ganas» y «el resentimiento». «Ese rencor contra todo lo hermoso y bueno que hay en la vida, en nosotros mismos y en los demás, y que se apoderó de nosotros en el peor momento de nuestra Historia, en la Guerra fratricida que se quiere desenterrar, para llevarnos a destruirnos en agravios, división y rencores», ha señalado a continuación.
A su parecer, los madrileños han sabido «sortear esas dos amenazas, y contagiar a todos de entusiasmo, capacidad de admirar, y de tener confianza» en las posibilidades. Por ello, ha dado las gracias a todos los que la han precedido en el cargo porque «han contribuido a mejorar la vida de los madrileños» así como a los consejeros que la han acompañados en los anteriores gobiernos. Así, ha sostenido que «hoy comienza una nueva etapa con la satisfacción de la misión cumplida».
«Llevo más de 20 años trabajando por esta región que me ha dado todo: mi familia, mis amigos, mi forma de ser, de pensar y de creer; mi vocación. He recorrido todos sus municipios y he escuchado a sus vecinos. He compartido sus tristezas, sueños y alegrías, y mi vida ha quedado irremediablemente marcada por las suyas: ya no sé vivir de otra manera», ha remarcado.
"apoyar el esfuerzo, se tenga éxito o no"
Para la presidenta, los madrileños están hechos «de la misma pasta que los de los tiempos de Felipe II, De Goya, de Galdós, o de Adolfo Suárez» aunque en esta época la verdadera heroicidad consista en abrir negocios «contra viento y marea para sacar adelante» a la familia y crear empleo. Por ello, ha sostenido que el principal objetivo de los gobernantes es «apoyar el esfuerzo, se tenga éxito o no, sin dejar a nadie nunca atrás».
«En Madrid todos vamos en el mismo barco. Aquí celebramos los éxitos de los demás y, cuando alguien fracasa, le damos siempre una nueva oportunidad. Y también ser el lugar de las segundas oportunidades para quienes vengan de otras regiones de España, o de otros lugares de Hispanoamérica o del resto del mundo», ha declarado.
A ellos les corresponde, según ha compartido, «crear las mejores condiciones posibles para que los madrileños sean quienes quieran ser y lleguen a donde se propongan» y para que «cada comerciante, artista, profesor, estudiante, investigador, deportista, autónomo, jubilado, cada padre o madre de familia, puedan dar lo mejor de sí mismos» y que todos juntos sigan levantando «esta gran nación de siglos, representados por la monarquía de Su Majestad el Rey Felipe VI».
«Porque Madrid nace gracias al impulso de un Rey que construye el Escorial, y da lo mejor de sí apoyado en otro Rey que construye la concordia de la España constitucional. Nosotros sabemos que sin España no se entendería el mundo. Por eso, estamos tan orgullosos de nuestra historia. Conocerla nos hace aún más exigentes con nosotros mismos, porque sabemos lo que somos capaces de hacer cuando nos lo proponemos», ha señalado.
En este sentido, ha reivindicado que están orgullosos de ser la región que alberga la capital desde hace cinco siglos «y de no haberle fallado nunca» así como de ser «la plaza mayor de toda Hispanoamérica, cuando vuelven a estar muy cerca las dos orillas del Atlántico». Además, ha agradecido «le regalo de la lengua española», una «gran herencia», el «mejor patrimonio».
Para la presidenta madrileña, «ahora no se trata solo de estar a la altura de lo que se pueda esperar de nosotros, ni de devolver tanto como hemos recibido» sino de «trabajar juntos para conseguirlo».
Ayuso ha defendido a su «renovado equipo de profesionales» conformado por hombres y mujeres «en el mejor momento de sus vidas, con gran experiencia y conocimiento de sus respectivos ámbitos, llenos de ganas, de ilusión y vitalidad, con empuje e ideas nuevas».
«Representan una España respetuosa y fiel, que trabaja mucho, y se ha formado a conciencia. Es también una generación que pide paso porque le ha llegado la hora. Esta es mi generación: somos los nacidos en torno a 1977, hijos de la Transición, a la que tanto debemos», ha resaltado.
Juntos, ha vaticinado, desarrollarán un programa de gobierno en el que se han marcado «retos muy ambiciosos, como lograr el pleno empleo a través de la digitalización, combatir el invierno demográfico, paliar la soledad no deseada, facilitar el acceso a la vivienda o seguir bajando los impuestos».
Quieren así atraer «la inversión, el talento, y construir la convivencia, porque Madrid no se conforma con ser la locomotora económica de España», sino que también quiere ser una «región humana y amable», en la que la prosperidad llegue a todos los hogares y se respire «alegría e ilusión; una región que atraiga la mirada del mundo y que inspire a los artistas».
«Queremos que Madrid sea ese lugar al que cada vez más gente se quiere venir a vivir para compartir nuestro modo de vida abierto, vibrante, próspero, mestizo, alegre, bravo y libre. Ese Madrid de contrastes, que aves en peligro de extinción a pocos kilómetros de rascacielos; de tabernas centenarias y gastronomía de fusión; de tiendas de barrio en las que te conocen, y empresas de aeronáutica. Un Madrid que acoge los más importantes foros internacionales, o que te lleva en Metro hasta un viñedo. Un Madrid de todos y para todos», ha agregado.
España sigue siendo madrid pese a "los peligros que se ciernen"
Para la recién nombrada presidenta, «a pesar de los peligros que aún se ciernen, España sigue siendo España y Madrid sigue siendo Madrid», porque «la vida a la madrileña no solo sigue donde estaba, sino que tiene más sabor que nunca: un sabor mezclado con otros nuevos y distintos, pero no menos auténtico».
«Seguiremos contagiando nuestra vitalidad al resto de España, animándola a creer en sí misma. Tenemos mucho por hacer y para eso nos habéis regalado otros cuatro años. Los imaginaremos juntos y en libertad, sin dejar que ni el desánimo ni el rencor nos engañen ni nos distraigan. Será, seguro, una gran aventura, llena de trabajo, alegrías y dificultades. Ojalá que cuando los que hoy son niños o están por nacer hagan historia, podamos decirles con orgullo: 'Sí, yo estuve allí'», ha finalizado.