Un magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid ha tratado esta mañana de calmar en un juicio a la madre de un joven de 24 años enfermo de esquizofrenía severa acusado de intentar matarla a golpes con una muleta, hechos por los que desde hace más de un año cumple prisión provisional en una cárcel ordinaria pese a su grave enfermedad mental.
En el momento de su comparecencia, la progenitora ha rogado entre lloros al tribunal que ayude a su hijo a ingresar en un hospital psiquiátrico por su patología psiquiátrica, lamentando que su familia haya sido «dejada de la mano de Dios».
Ante sus ruegos y nerviosismo, el presidente de la Sección 23 le ha querido dar palabras de aliento para intentar apaciguar su angustia al no querer declarar en contra de su hijo si era perjudicial. «Somos muy conscientes de que los enfermos mentales están muy desatendidos por el sistema judicial y sanitario», ha comentado el magistrado, una realidad que lleva a muchos enfermos a ingresar en prisiones ordinarios ante las deficiencias del sistema psiquiátrico penitenciario.
El joven de 24 años se sienta en el banquillo por el intento de homicidio de su madre, unos hechos que se produjeron el 10 de febrero de 2022 en medio de un brote psicótico en el que el chico oyó voces que le decían que peleara contra el diablo.
Nada más iniciar la vista, el presidente del tribunal le ha preguntado si conocía los hechos que le imputa la Fiscalía de Madrid, a lo que el acusado le ha replicado que solo recuerda que peleó contra el diablo. Ya a preguntas de la fiscal, ha manifestado que unas voces le decían quién era el demonio y que no recuerda si su madre estaba en el lugar.
La golpeó con una muleta
Al chico se le acusa de dejar grave a su progenitora tras golpearla con una muleta, lo que la provocó un grave traumatismo craneoencefálico. La fiscal solicita cuatro años y seis meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de resistencia a agentes de la autoridad.
Su familia, a través de su abogado, reclama que se le aplique una eximente completa por enfermedad mental, lo que le haría inimputable al tener en el momento de los hechos alteradas las capacidades cognitivas y volitivas.
La inimputabilidad surge cuando el sujeto no está en capacidad de entender la naturaleza de su acto o de determinar su conducta, a causa de trastorno mental o inmadurez psicológica.
El chico cumple prisión preventiva en la cárcel ordinaria de Soto del Real en el módulo de enfermería por sus graves problemas mentales y se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico. Mañana se celebrará la prueba pericial, clave para determinar si el acusado carece de responsabilidad penal por su condición de enfermo mental.
El abogado defensor y criminólogo Eugenio Rubio Linares se ha quejado de que su cliente lleve año y medio en un penitenciario ordinario a pesar de que tiene diagnosticado una esquizofrenia paranoide severa.
Denuncia el letrado que ha sufrido abusos por parte de los intentos con motivo de su condición de enfermo mental. Tras concluir esa primera sesión, el letrado ha avanzado que solicitará mañana al tribunal que se ejecute el fallo de la sentencia y se saque a su patrocinado de prisión para que interne cuanto antes en un psiquiátrico.
La madre: "lo único que quiero y les ruego es que nos ayuden"
En el juicio, su madre se ha roto y ha rogado al presidente del tribunal ayuda para que su hijo. «Lo único que quiero y les ruego que nos ayuden para que le llevan a un hospital. Estamos muy dejados de la mano de Dios porque le he querido llevar al médico pero no quería porque era mayor de edad. No nos han ayudado», ha lamentado.
En las testificales, los agentes que acudieron al lugar han relatado que se encontraron al chico ensangrentado y con un cuchillo en la mano, ofreciendo resistencia en su detención. «Te voy a matar, te juro que te voy a matar», gritó el joven a los policías, que finalmente le engrilletaron y le redujeron a la fuerza.
A la llegada de los agentes, la madre estaba sobre un charco de sangre en el baño totalmente destrozada por los golpes con la cara hinchada y parte del cuero cabelludo desprendido, siendo trasladada al Hospital Ramón y Cajal.
El escrito de la Fiscalía señala que a consecuencia de estos hechos la mujer sufrió diversas lesiones que tardaron setenta días en curar. Tras la agresión, ocurrida sobre las 13:00 horas el 10 de febrero de 2022, el acusado salió del domicilio familiar con un cuchillo en la mano que fue intervenido por la policía.
Además, tras solicitarles los agentes para que depusiera su actitud antes de a ser detenido, el acusado, «con intención de menoscabar su integridad física y con claro desprecio al principio de autoridad» comenzó a forcejear con uno de ellos, que resultó finalmente herido.
En el momento de los hechos el procesado, que padece de una esquizofrenia paranoide, tenía alteradas de forma grave sus facultades intelectivas y volitivas.