El portavoz de Agricultura del PP en las Cortes de Aragón, Ramón Celma, ha exigido este viernes al presidente del Gobierno autonómico, Javier Lambán, que «tome medidas urgentes» para paliar los efectos de la «grave» sequía en el sector agropecuario y otros, como el energético.
En rueda de prensa, ha indicado que muchos ayuntamientos y comunidades autónomas están tomando medidas y ha considerado que «es impensable» afrontar esta situación con las medidas que «por acción u omisión» han adoptado el Gobierno de Aragón y el Ejecutivo central, en alusión al último Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro, del que se suprimieron 30 proyectos de embalses, que serían «profundamente útiles» y también los proyectos de puesta en regadío de 150.000 hectáreas.
Ha planteado que «en las escasas semanas que le quedan a Lambán en el Pignatelli tome medidas para afrontar la sequía y, si no se ve capaz, que pida ayuda al principal partido de la oposición y al sector, pero que no se quede de brazos cruzados».
«Lo que no se puede hacer es no hacer nada», ha advertido Celma, recordando que el PP ha propuesto medidas como los créditos blandos para que los agricultores puedan sembrar «con más facilidad» y conceder ayudas directas a los afectados, ofreciendo la ayuda de este partido. Le ha recomendado que escuche a sector primario.
Máxima urgencia
La situación es «de máxima urgencia», ha aseverado el diputado del PP, ya que la reserva de los embalses de la cuenca del Ebro apenas supera el 50 por ciento, lo que «no solo pone en peligro a la agricultura y al sector ganadero, sino también al turismo y a la producción energética», manifestando su «especial preocupación» por el impacto de la sequía sobre el conjunto de la sociedad.
Celma ha recalcado de que los daños en la producción de trigo duro, trigo blando y cebada de secano «es irreversible», con pérdidas de entre el 60 y el cien por cien de las cosechas, mientras que en el regadío «la preocupación es máxima» por las restricciones anunciadas para la campaña de riegos de verano, que afectará a la producción de cereal de invierno y reducirá la superficie cultivada de maíz, girasol y arroz.
Además, el ganado ovino «no va a tener pastos de que alimentarse» y los ganaderos se verán obligados a comprar piensos y forrajes, lo que encarecerá la producción y, consecuentemente, los precios del producto cárnico.
En cuanto a la energía, Ramón Celma ha recordado que la central hidroeléctrica de El Grado va a dejar de funcionar temporalmente por las bajas reservas de los pantanos de Mediano y El Grado II.