El Ministerio del Interior ha anunciado este viernes el traslado al País Vasco de los últimos cuatro presos de ETA que se encontraban en otras cárceles del Estado, con lo que concluye la política de alejamiento aplicada por el Gobierno central a los reclusos de la organización terrorista.
Con la autorización por parte de Instituciones Penitenciarias del acercamiento de Asier Borrero, Gregorio Escudero, Garikoitz Etxeberria, Irantzu Gallastegi y Faustino Marcos, la totalidad de los presos de ETA se encontrarán ya en centros penitenciarios de la Comunidad Autónoma Vasca y de Navarra.
De esta forma, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pone punto y final a la denominada 'política de dispersión' tras más de tres décadas desde su puesta en marcha.
Dos de los cinco reclusos que serán acercados tienen a sus espaldas condenas por delitos de sangre, Gallastegi y Escudero. La primera de ellas --pareja sentimental de Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote'--, ha sido condenada por los asesinatos de los concejales del PP Miguel Ángel Blanco y José Ignacio Iruretagoyena, y del dirigente del PSE-EE Fernando Múgica Herzog. Por su parte, Gregorio Escudero fue condenado en 2006 a 42 años de prisión por facilitar la información para asesinar a Iruretagoyena.
Tras estos traslados, la única reclusa de ETA que continua en una prisión fuera de Euskadi y Navarra, en concreto en Alcalá Meco, donde se encuentra en prisión preventiva, es Jaione Jauregi, ya que, tras su extradición por Bélgica, mantiene una causa pendiente.
El Gobierno de Pedro Sánchez inició en 2018 un proceso de acercamiento de los presos de ETA que hoy concluye y que, según ha defendido en numerosas ocasiones el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, responde al cumplimiento de la legislación penitenciaria una vez derrotada ETA.