Euskadi registró 133.989 delitos el año pasado, cifra que representa un incremento del 20% respecto a 2021 y del 9,3% en relación a 2019, el año previo a la pandemia. El aumento de la actividad delincuencial resulta especialmente significativo en el caso de los ciberdelitos, que se han incrementado un 41% en los tres últimos años.
El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha presentado esta lunes en el Parlamento Vasco la 'Memoria 2022 de la Delincuencia en Euskadi', un documento que recopila la información de las infracciones penales registradas por la Ertzaintza y las policías locales de los ayuntamientos de Euskadi de más de 15.000 habitantes.
En 2022, Euskadi registró 133.989 delitos. De ellos, 113.842 (85%) se produjeron de manera presencial, frente a los 20.147 (15%) que se produjeron en el ciberespacio a través de las nuevas tecnologías.
Aunque la gran mayoría de los delitos siguen cometiéndose de manera presencial, los que más aumentan son los ciberdelitos. De hecho, en la comparativa entre los años 2022 y 2019 (el último año prepandémico comparable sin restricciones sanitarias derivadas de la covid-19) los delitos presenciales crecieron un 6% en Euskadi, frente al 41% de crecimiento que experimentan los ciberdelitos.
Por zonas
Por territorios históricos y municipios, en general, la tasa de delincuencia por cada mil habitantes es más alta y crece más en las zonas más pobladas. El indicador más alto es el de Bilbao y de Bizkaia, y de Donostia-San Sebastián y Gipuzkoa.
No obstante, el mayor incremento se produce en Erandio (27,5 puntos con respecto a 2019), Pasaia (crece 22,6 puntos con respecto a 2019) e Irun (crece 22,1 puntos con respecto a 2019).
Por tipos de delito, la gran mayoría de los que se cometen en Euskadi, tanto de manera presencial (el 62%) como a través de las nuevas tecnologías (el 90,3%), son contra la propiedad: hurtos, robos con fuerza en las cosas, robos con violencia e intimidación, daños, o estafas.
En cambio, las infracciones penales de mayor gravedad, las que son contra las personas (lesiones, todos los tipos de violencia física y sexual, coacciones o amenazas) representan un 10% de los delitos presenciales y un 5,4% de los que se cometen en el ciberespacio.
Entre ese 10% de delitos considerado más grave por la inseguridad y alarma social que generan (los delitos presenciales contra las personas), la inmensa mayoría sigue siendo casos de violencia ejercida contra las mujeres.
Violencia doméstica
Según los datos de la Ertzaintza del año 2022, 5.143 mujeres sufrieron violencia a manos de la pareja o expareja (violencia de género), violencia por parte de un familiar o conviviente que no sea pareja (violencia doméstica), o violencia sexual con autor externo al margen de las otras dos categorías (delitos contra la libertad sexual).
Además, estos tres tipos de violencia continúan registrando aumentos de 10, 11 y 23% debido a que, cada año, aumenta la conciencia social y el número de denuncias, según ha indicado el consejero.
La mayor parte de los delitos de violencia que se ejercen contra las mujeres tiene autor conocido. De hecho, en 2022, la Ertzaintza esclareció el 83% de estos casos poniendo a sus autores a disposición judicial.
Tasa delincuencial
En términos generales, la Ertzaintza y las policías locales de los municipios de más de 15.000 habitantes contabilizaron el año pasado 133.989 delitos, lo que arroja una tasa delincuencial de 60,68 infracciones penales por cada mil habitantes.
En 2021, el número de delitos registrados fue de 111.594, con una tasa de 50,40 delitos por cada mil habitantes. En el caso de 2019, se contabilizaron 121.485 delitos, lo que supone una tasa delincuencial por cada mil habitantes de 55,03 puntos.