Un jurado popular ha declarado este jueves por unanimidad culpable de asesinato a la mujer que ha sido juzgada en la Audiencia de Granada por matar a puñaladas en abril de 2021 a su novia de 18 años en la vivienda que compartían en Motril (Granada), tras lo que intentó sin éxito deshacerse del cadáver y acabó entregándose a la Policía y confesando el crimen.
El jurado, que ha leído su veredicto sobre las 19,00 horas de este jueves, ha considerado que la acusada es culpable de un delito de asesinato con la agravante de parentesco y de ensañamiento --esto es, que trató de aumentar el sufrimiento de la víctima-- y con las atenuantes de drogadicción y confesión, según han detallado a Europa Press fuentes del caso.
Las partes --acusaciones y defensas-- han ajustado sus peticiones al veredicto del jurado, de modo que la Fiscalía ha solicitado finalmente que la acusada sea condenada a 17 años de prisión. La acusación particular, que ejerce la familia de la víctima representada por el letrado Jesús Huertas, pedía prisión permanente revisable, pero una vez que el jurado no ha apreciado alevosía ni una especial vulnerabilidad de la víctima ha fijado su petición en 25 años de cárcel.
La defensa de la asesina confesa, que ejerce el letrado Enrique Crespo, sostuvo en la primera sesión del juicio que actuó presa de un «arrebato o una obcecación» por el consumo de droga y ansiolíticos, y había solicitado que la pena no superara los diez años de prisión por entender que no hubo ensañamiento.
Tras el veredicto de asesinato por los miembros del jurado ha pedido una pena de 15 años, la mínima para este delito.
Respecto al segundo encausado, que padece un grado de discapacidad del 54 por ciento y está acusado de encubrimiento por ayudar a la asesina confesa cuando trató de ocultar el crimen, el jurado ha considerado probado que el trastorno mental que padece le impidió entender el alcance de lo que estaba haciendo.
En consecuencia, la Fiscalía ha pedido que se le aplique la eximente completa de alteración psicológica con una medida de libertad vigilada y la acusación particular ha solicitado seis meses de prisión por aplicación de la eximente incompleta. Su abogado, Torcuato Recover, ha venido reclamado durante todo el juicio la libre absolución dado el grado de discapacidad que padece su cliente al entender que fue manipulado y «una víctima más» de la presunta asesina. El caso queda ahora pendiente de sentencia.
En la primera sesión del juicio, la acusada se declaró culpable de haber cometido el crimen, aquel mediodía del 13 de abril de 2021, en el transcurso de una discusión con su pareja, la joven Marina, en el salón-comedor del cortijo en el que vivían de alquiler. Según relató, había consumido cocaína y ansiolíticos, de modo que cuando la víctima, que estaba fregando las cosas del desayuno, se le acercó con un cuchillo reaccionó de este modo. «No pensé, le quité el cuchillo y la apuñalé (...) no sé dónde le di ni cuántas --puñaladas-- fueron», según dijo. Aunque intentó ocultar el cuerpo con la ayuda del segundo acusado no pudo y finalmente optó por entregarse a la Policía y confesar al día siguiente.