Un grupo de miembros críticos del PAR, entre otros la exdirectora general de Turismo, Elena Allué, han solicitado su baja inmediata como afiliados «ante la absoluta falta de democracia interna» de la formación aragonesista. No descartan abrir «nuevos espacios ideológicos donde Aragón sea punto de encuentro e ilusiones».
"El Partido Aragonés no tiene solución interna para la defensa del
aragonesismo y España«, han manifestado miembros del sector crítico del PAR, liderado por Elena Allué, quien junto a Julio Esteban, Javier Callizo, Berta Zapater, Lucía Guillén, Carlos Sánchez o Pepe Sanmiguel, entre otros muchos militantes, han solicitado su baja de la formación, tras la situación creada por el congreso del PAR, en el que fue reelegido presidente Arturo Aliaga, y que ha acabado en los tribunales. »No descartan abrir nuevos espacios ideológicos donde Aragón sea punto de encuentro e ilusiones".
Estas renuncias se suman a las que se han ido produciendo de otros militantes, como José María Fuster, Marina Sevilla, Ramón Millán o Fernando Cavero. En los próximos días, «se prevén otras bajas de alcaldes y concejales del PAR, así como de relevantes militantes históricos y personas que han ocupado altos cargos de responsabilidad en las instituciones», han señalado los críticos en un comunicado.
El Juzgado de Instrucción número 18 de Zaragoza, tras una demanda presentada por uno de los críticos, Xavier de Pedro, anulaba el pasado mes de noviembre los resultados del XV Congreso, que se celebró en octubre de 2021.
En opinión de los críticos, los hechos probados por la sentencia son de «tal gravedad que descalifican a sus autores, coautores y cómplices para seguir un solo minuto más, no ya al frente del partido, sino incluso como militantes de base. Si todavía conservan un mínimo sentido de la dignidad, unos y otros no tienen otra salida que abandonar los órganos de dirección y el propio partido al que tanto daño han hecho».
Han expuesto que han observado «absortos» cómo el presidente del PAR «ha profundizado en nuevas heridas y divisiones --ahora también entre quienes le apoyaron-- que han sumido al PAR en un escenario sin salida política interna y externa. Para los críticos »La formación política que fundara Hipólito Gómez de las Roces, sin la que es imposible entender la historia del Aragón contemporáneo que renace con la Transición, no merece estar a merced de unos dirigentes que no han ahorrado esfuerzos para arruinarla políticamente en beneficio propio".
Luchas personalistas
En la actualidad, consideran que la voluntad de buscar soluciones para la reconciliación de la militancia del Partido Aragonés «es nula», con un presidente «enrocado» y unos dirigentes que aun cuando en su momento apoyaron a Aliaga, "ahora se encuentran en un camino de luchas personalistas en el que dejan sin futuro político a cientos de alcaldes y concejales, llevando a la formación a una situación
irreversible y de absoluta falta de credibilidad ante la sociedad aragonesa".
Además, han incidido en que "lejos de aceptar los hechos probados por la sentencia y presentar la dimisión de sus cargos y su baja como militantes, uno y otros han optado por seguir arrastrando por el
lodazal el nombre del Partido Aragonés, en una guerra tan infame como inútil por sacudirse las culpas del amaño. La descomposición de esta ejecutiva que, con su todavía presidente a la cabeza, tanto ha hecho por descomponer al partido ha llegado a un punto de no retorno".
De igual modo, los críticos han recordado que si bien solicitaron a Arturo Aliaga que centrara su Vicepresidencia en el Gobierno de Aragón en la defensa de los valores del aragonesismo --defensa del Pacto del agua, eliminación del impuesto de sucesiones, custodia compartida -- Aliaga no ha generado ni un solo avance en positivo en este sentido.
«Quienes defendemos la mejor historia del Partido Aragonés, el que representan los tres primeros presidentes, varios centenares de cargos y representantes públicos que lo han servido con honor y miles de aragoneses que no han salido de su estupor al conocer la sentencia, queremos hoy más que nunca reivindicar su papel central en la política aragonesa durante casi medio siglo y hacer votos por un aragonesismo que, libre de oportunistas, pueda seguir haciendo en la vida pública aportaciones decisivas para el bienestar y la prosperidad de todos los aragoneses».
Asimismo, el sector crítico ha apuntado que, «ante la abrumadora situación política de España, donde el PSOE, de Pedro Sánchez, es coautor de gravísimos errores para la fortaleza del Estado de Derecho, el aragonesismo de Aliaga no ha actuado de palanca de freno de la deriva del partido socialista que avergüenza al votante tradicional del PAR».
El aragonesismo no solo defiende el deber hacer más aragonés
a Aragón, sino también de defender una España constitucional, han dicho. «Somos y seguiremos luchando por un Aragón más decisivo en una España fuerte y unida, donde hemos sido pocos, como decía Costa, pero nunca aceptaremos ser poco; somos y seguiremos siendo aragonesistas, pero a partir de hoy, después de muchas décadas de militancia, lo seremos fuera de las filas del Partido Aragonés de Aliaga».
Los críticos han apuntado que abandonan el partido «agradecidos por los momentos de compañerismo político vividos junto a alcaldes, militantes y concejales del PAR, pero profundamente decepcionados». Han trasladado a quienes fueron sus compañeros, que «mientras quede ánimo aragonesista, la bandera de Aragón puede defenderse en nuestras familias, asociaciones, trabajos o en nuevos caminos y mantienen la ilusión y la confianza de que, con este paso, puedan crear nuevos espacios ideológicos donde Aragón sea punto de encuentro e ilusiones».