El PNV ha defendido la utilidad de una nueva deflactación en el IRPF ya que «no era momento para una reforma fiscal», mientras que el PSE-EE, su socio en el Gobierno Vasco, ha advertido de que «la medida de deflactar no resuelve por sí sola el fondo de la cuestión ni impide que la gente siga perdiendo poder adquisitivo».
Por su parte, EH Bildu y Elkarrekin Podemos han reclamado una reforma fiscal, mientras PP+Cs ha defendido una rebaja impositiva y Vox ha señalado que el Gobierno Vasco ofrece a los ciudadanos «limosna»
En un debate en Radio Euskadi, recogido por Europa Press, los parlamentarios vascos se han referido a la decisión de las instituciones vascas de llevar a cabo una nueva deflactación del 2% en el IRPF para el próximo año y prorrogar la deducción de 200 euros para las bases imponibles inferiores a 30.000 euros.
La medida, acordada este viernes por el Gobierno Vasco, las diputaciones forales y la Asociación de Municipios Vascos-Eudel en el seno del Consejo Vasco de Finanzas Públicas, contó con las críticas del PSE, socio del PNV en el Ejecutivo.
En este sentido, la parlamentaria del PNV Leixuri Arrizabalaga ha afirmado que la deflactación «no es la única medida propuesta ni la última que se va a proponer».
Tras advertir que se está saliendo de la pandemia de la covid-19 y se sigue en plena invasión de Ucrania, «con la inflación por las nubes y altos precios energéticos», ha valorado que en Euskadi se están adoptando medidas «desde hace tiempo desde el ámbito social, económico y fiscal» para encarar la coyuntura.
«Esta situación no solo afecta a Euskadi. A pesar de ello, estamos resistiendo bien porque contábamos con cuentas saneadas, solvencia económica para hacer frente a la situación y somos además un país con dimensión suficiente para tomar decisiones», ha destacado.
En este contexto, ha considerado que ahora «no era momento para una reforma fiscal, pero sí para tomar decisiones como es la deflactación» que entiende es «acertada».
Por otro lado, ha considerado que «no hay contradicción» entre lo planteado por PNV y por el PSE. «Planteamos lo mismo. Que no es momento para la reforma fiscal pero si para tomar decisiones y medidas. Quien dice que la deflactación no es progresiva lo que no tiene es altura de miras», ha expresado.
Por último, ha valorado que la economía vasca está «creciendo» y ha asegurado que los próximos Presupuestos vascos serán «solventes, sólidos y capaces de cubrir toda las necesidades». «Es momento de tener altura de miras y acordar», ha reclamado al resto de grupos.
Pse
Por su parte, el parlamentario del PSE-EE Ekain Rico ha manifestado que los socialistas siempre han defendido que cualquier medida fiscal debe tener «carácter de progresividad y beneficiar a los colectivos vulnerables».
«Nosotros siempre vamos a trabajar para que la fiscalidad sea una herramienta al servicio de la gente. Una medida como deflactar no resuelve por sí sola el fondo de la cuestión ni impide que la gente siga perdiendo poder adquisitivo», ha sostenido.
Tras subrayar que esto ya se le había trasladado al PNV en las conversaciones previas a la celebración del Consejo Vasco de Finanzas, ha incidido en que la deflactación «no puede ser la única que se tome en el ámbito fiscal para paliar la pérdida de poder adquisitivo». «Tenemos que sostener otras decisiones y ampliar», ha argumentado.
A su juicio, la deflactación «no puede ser la única medida para evitar la perdida de poder adquisitivo», algo que «no impide por sí sola». «Es el momento de seguir adoptando medidas que impidan la perdida de poder adquisitivo. Quizá un pacto de rentas sea la medida para ello», ha aseverado.
Partidos de la oposición
La parlamentaria de EH Bildu Nerea Kortajarena ha considerado, por su parte, que la deflactación es «una medida regresiva tal y como se ha planteado», ya que representa un «café para todos en un contexto en que la inflación no afecta a todos por igual».
«Ayer escuchamos en el Parlamento decir que no es momento para una reforma fiscal y ahora el PSE, socio de gobierno, dice que se deberían plantear otras cuestiones», ha indicado, al tiempo que se ha cuestionado «qué está pasando» entre socialistas y jeltzales ya que se genera «confusión».
Por otro lado, ha criticado que los impuestos a cargo de los trabajadores suponen un peso del 36% de lo recaudado y el del impuesto de Sociedades es por contra del 6,9%. «Hay que dejarse de las excusas de que no es el momento para una reforma fiscal porque sí es el momento para abordar un reparto de la riqueza», ha resaltado.
En este sentido, ha reiterado que «la deflactación es una medida regresiva, algo que también decía el PNV antes de que Urkullu anunciara la medida».
«En Euskadi tenemos un sistema fiscal pactado con el PP y unas medidas que son de la cuerda del PP y que benefician a quienes más tienen», ha indicado, para añadir que «urge una reforma fiscal en profundidad y dejarse de excusas».
Por parte de Elkarrekin Podemos-IU, el parlamentario David Soto ha denunciado que el sistema fiscal vasco es «tremendamente injusto» porque «un 1% de los vascos acumula el 20% de la riqueza» cuando «hace diez años acumulaba el 14%».
Asimismo, ha lamentado que el impuesto de Sociedades ha perdido un 20% de recaudación en diez años mientras que los impuestos de Patrimonio y Sucesiones tienen «tipos efectivos ridículos».
«La deflactación para las rentas bajas y medias no tiene casi repercusión. Para quien no hace declaración de la renta, ninguna», ha reprobado, para añadir que, sin embargo, «las rentas altas se pueden ahorrar entre 500 y 1.000 euros».
De este modo, ha apostado por un cambio en la fiscalidad y ha considerado que disponer de remanentes y no hacer uso de ellos es «preocupante».
Pp+cs
Por su parte, la parlamentaria de PP+Cs Laura Garrido ha recordado que su grupo ya afirmó que la primera deflactación anunciada era «claramente insuficiente» y ha considerado que las medidas posteriores son insuficientes.
«Aparte de la deflactación abogamos por una rebaja impositiva, por aliviar la carga fiscal que sufren las familias vascas. Tenemos el Concierto Económico y es inexplicable que en Euskadi se paguen en algunos tramos más impuestos que en territorio común o que no seamos suficientemente atractivos porque no se han adoptado reformas fiscales ambiciones que atraigan empresas y generen empleo», ha defendido.
Por último, ha criticado que el Gobierno Vasco cuente con unos remanentes de 2.000 millones y ha considerado que después de que las diputaciones hayan recaudado más «es momento de devolver el dinero a los ciudadanos».
Por último, la parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha incidido también en el incremento de la recaudación de las haciendas forales de tal forma que «el Gobierno es cada vez mas rico y los ciudadanos cada vez mas pobres». «A cambio nos ofrecen limosna», ha lamentado, para añadir que las medidas adoptadas «llegan tarde, cuando hay muchas familias con la soga al cuello».
Por ello, Martínez ha considerado que se debe tomar «medidas contundentes», ya que «la deflactación está bien pero hay que tomar más medidas».