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Gastón espera que el descenso marque "una tendencia" y los empresarios y sindicatos creen que el dato no es bueno

La consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gaston, en primer término. | Europa Press - EUROPA PRESS.

| Zaragoza |

La consejera de Economía, Planificación y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, ha confiado en que el descenso del IPC del mes de agosto respecto a julio, tres décimas porcentuales, en la Comunidad Autónoma, marque «una tendencia», mientras que sindicatos y empresarios han considerado que, pese a la bajada, el dato no es bueno.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) en el mes de agosto se ha situado en la Comunidad Autónoma de Aragón en un 11,1% anual, lo que supone una disminución de tres décimas porcentuales en comparación con el mes de julio, según los datos facilitados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La inflación subyacente se situaba en el 6,3% anual en agosto en Aragón, dos décimas más que en el mes anterior.

En declaraciones a los medios de comunicación, antes de asistir a la presentación del informe del CESA de 2021, Marta Gastón ha observado que la inflación subyacente ha experimentado un «ligero repunte» y ha llamado la atención sobre «la peculiaridad» de la economía aragonesa, donde el valor añadido bruto de la industria representa el 22 por ciento del total, de ahí el peso del coste energético sobre la actividad productiva. También ha mencionado el aumento de los gastos relativos a la vivienda.

Ha dicho que la economía aragonesa es «fuerte» y tiene «buenas perspectivas de futuro», haciendo hincapié en los datos de empleo y las estimaciones de crecimiento, tras lo que ha deseado que el dato del mes de agosto «suponga el inicio de un IPC más equilibrado» tanto en el ámbito nacional como en el autonómico.

Ha dejado claro que descarta una recesión, puntualizando que «puede venir una hecatombe que no prevemos en este momento». Ha aseverado: «A fecha de hoy no se está contemplado la recesión en ningún caso», observando que este fenómeno se produce cuando se acumulan dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

«Estamos creciendo menos de lo que preveíamos crecer, preveíamos que fuese aumentando -la economía--, pero seguimos creciendo», por lo que «hablar de recesión no forma parte de las perspectivas».

"mal"

En representación de CEOE, el presidente regional, Miguel Marzo, ha dicho que ve «mal» el dato del IPC de agosto y ha dudado de que la inflación haya alcanzado un punto de inflexión. Ha señalado que «la incertidumbre es altísima y no podemos decir qué va a pasar mañana».

A su parecer, «es un problema sobre todo para trabajadores y empresas» porque «el único que gana es el Gobierno, que cada vez recauda más, 22.000 millones de ingresos extraordinarios».

«Me gustaría que esos ingresos llovidos del cielo se repartieran de forma eficiente para ayudar a que las empresas y los trabajadores sean mas competitivos cada día», ha planteado Marzo.

La presidenta de CEPYME Aragón, María Jesús Lorente, ha dicho que este dato es «negativo» porque «nos separamos más de la Eurozona y no podemos contenerlo», es decir, que «de momento la inflación ha venido para quedarse y hay que trabajar para contenerla en los seis próximos meses». El dato es «preocupante», pero lo es más el de la inflación subyacente, ha añadido.

"preocupante"

El secretario general regional de UGT, Daniel Alastuey, ha opinado que el IPC «sigue siendo preocupante» porque está por encima del 10 por ciento y las partidas que más suben «son las que más erosionan el poder adquisitivo de los trabajadores», sumando el 70 por ciento del gasto de los trabajadores.

El secretario general de CCOO Aragón, Manuel Pina ha asegurado que «el dato es muy malo» y respecto a la tendencia al descenso ha añadido: «No lo veo», recordando que la inflación está subiendo desde el verano de 2021, de forma que «ya no es coyuntural», deseando una bajada «real» porque «ayudaría» en las negociaciones con los empresarios.

Respecto a las medidas de las instituciones europeas, Pina ha considerado que «no es solución» subir el precio del dinero y ha destacado los «problemas» de la estructura de los precios de la energía. «Lo que parecía una rareza, la excepción ibérica, ahora no es tan rareza».

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