El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) ha alertado de la posibilidad de que los radares pedagógicos desplegados en Bilbao para reducir la velocidad sean «la antesala de otros dispositivos con fines recaudatorios».
En un comunicado, el club automovilista ha criticado «la ciudad 30» y el «sinsentido de la limitación generalizada en todas las vías, sin atender a las circunstancias concretas de cada una». Así, ha insistido en su «escasa efectividad», ya que «logra unos fines contrarios a los pretendidos: más emisiones, más contaminación acústica y menos seguridad vial».
A su juicio, «falta empatía con la ciudadanía» y ha criticado que se ponen «todo tipo de trabas al uso del vehículo privado, sin atender a los motivos que hacen que los ciudadanos opten por desplazarse con su vehículo», cuando «en la mayoría de los casos es por necesidad».
Para el RACVN, los radares pedagógicos son «un paso más en la política que persigue, criminaliza y pone obstáculos sistemáticamente a los automovilistas bilbaínos, sin atender a sus circunstancias y necesidades de movilidad».
En ese sentido, ha alertado sobre la posibilidad de que estos radares «disfrazados de buenismo tengan en realidad un objetivo diferente al que se ha anunciado: la finalidad recaudatoria y sancionadora».
El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) se ha mostrado contrario a la medida de la limitación generalizada de 30km/h en todas las vías de Bilbao desde el anuncio de la implantación de la norma.
Desde su punto de vista, esta limitación «no atiende a cada tipo de vía y sus circunstancias concretas», sino que «establece una velocidad máxima única que en muchos casos es excesivamente reducida, tanto que dificulta su cumplimiento y requiere de una conducción artificial y forzada».