Las Unidades de Conductas Adictivas registraron el año pasado un incremento del 10 % de peticiones de ayuda en jóvenes y, pendientes de cerrar 2024, parece que la cifra sigue subiendo aunque no al mismo ritmo. Entre las nuevas adicciones «ha habido un incremento por el uso de pantallas, tecnología y juego pero, en global, predomina el consumo de cannabis que es el prioritario, mezclado también con otras sustancias», ha explicado este miércoles el coordinador asistencial de Salut Mental y Adicciones del IB-Salut en colaboración con la dirección general de Salut Mental, Antonio Zamora.
Estas cifras se han dado a conocer durante la inauguración de la nueva Unidad de Conductas Adictivas para Jóvenes (UCA Jove) situada en el recinto del Parc Sanitari Bons Aires (donde está el hospital Psiquiátrico) donde se unifica un servicio que hasta el momento se prestaba en hasta cuatro espacios diferentes alrededor de Mallorca.
La consellera de Salut, Manuela García, ha explicado que si la primera UCA Jove inició su andadura en 2006 con diez pacientes, al cierre de 2023 ya atendían a 853 usuarios, es decir a más de dos por día de media.
Esta unidad «estará abierta mañana y tarde y su acceso es público, gratuito y confidencial, está adaptado a jóvenes de 21 años para cuando nos necesiten en cualquier momento», ha señalado García.
Y es que este centro es de acceso libre, por lo que no es necesario que haya una derivación médica. Los jóvenes con problemas de adicción, o sus familiares, pueden contactar con él y pedir cita a través del teléfono o de un correo electrónico. La UCA estará atendida por un equipo de seis profesionales a tiempo completo: un psiquiatra, una psicóloga, una enfermera, una trabajadora social, una educadora social y una administrativa.
Red de Inclusión Social
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, durante la inauguración se presentó también el Programa de Apoyo a la Red de Inclusión Social, que ya ha iniciado la dirección general de Salut Mental. Su principal objetivo es el de coordinar las dos redes que actúan con el colectivo de personas sin techo o alojadas en albergues que padecen trastornos mentales graves, por un lado el Institut Mallorquí de Afers Socials (IMAS) y por el otro los dispositivos asistenciales de Salut Mental.