Daniel Ramon es el CEO de Podarcis Group, una consultoría medioambiental de referencia. Bajo su liderazgo, Podarcis se ha consolidado como un pilar en la promoción de la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental, ofreciendo servicios especializados que van desde el cálculo de la huella de carbono hasta la implementación de sistemas de gestión ambiental y planes de circularidad.
El martes 5 de noviembre, Ramon debutó como formador en la séptima edición de Connect’Up con un módulo titulado: Integración de los ODS en el entorno empresarial. Durante su intervención, el experto abordó temas clave para entender cómo estos objetivos globales pueden transformar las estrategias de negocio a través de un enfoque ESG (Environmental, Social, Governance).
El módulo inició analizando los ODS como un marco estratégico para las empresas, mostrando su potencial para impulsar la innovación y el valor a largo plazo. Se revisó cómo los ODS se han integrado en las estrategias ESG, ahora esenciales para los estándares ambientales, sociales y de gobernanza exigidos por inversores. Luego, se abordaron métodos prácticos para implementar los ODS mediante políticas ESG, incluyendo la gestión de la huella de carbono, la inclusión social y la buena gobernanza, así como la importancia de medir y comunicar el impacto a través de métricas y narrativas convincentes.
—¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan los emprendedores al intentar implementar los ODS en sus proyectos?
—Los emprendedores que buscan integrar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en sus proyectos enfrentan el desafío de alinear estos objetivos con su modelo de negocio. Muchas veces, los ODS se perciben como conceptos abstractos o lejanos, cuando en realidad deben integrarse en la visión y estrategia de la empresa. Identificar qué objetivos pueden generar valor concreto y apoyar el crecimiento sostenible requiere un análisis profundo, y no todos los emprendedores tienen las herramientas o el conocimiento necesario para hacerlo. Además, la falta de recursos es un obstáculo importante, especialmente para pequeñas empresas y startups. Incorporar tecnologías limpias o procesos sostenibles tiene un costo inicial que muchos emprendedores no pueden asumir fácilmente. La ausencia de políticas de apoyo, incentivos fiscales y programas específicos para la sostenibilidad también limita las posibilidades de estas empresas. Sin un respaldo institucional que reduzca el impacto económico inicial, la implementación de los ODS se convierte en una tarea que parece lejana o poco rentable para muchas startups.
Finalmente, los emprendedores deben enfrentarse al desafío de medir el impacto y gestionar los cambios culturales en sus organizaciones. La sostenibilidad exige un cambio de mentalidad y la adopción de una perspectiva a largo plazo, lo cual puede chocar con la cultura de resultados rápidos en la que operan muchas empresas emergentes. Sin herramientas adecuadas para medir el impacto y sin un compromiso cultural firme, resulta complicado avanzar. Sin embargo, entender los ODS como una oportunidad para innovar y crear valor sostenible es clave para convertir estos desafíos en un motor de cambio.
—¿Qué habilidades o competencias cree que los emprendedores deben desarrollar para alinear sus negocios con los ODS?
—Para alinear sus negocios con los ODS, los emprendedores deben desarrollar una visión estratégica que integre la sostenibilidad en cada aspecto del negocio. Esto implica fortalecer habilidades de análisis y planificación, que les permitan identificar cómo los ODS se conectan con sus operaciones y objetivos. Además, la capacidad de adaptarse y aprender rápidamente es crucial, ya que la sostenibilidad y las normativas ambientales evolucionan constantemente. Ser proactivo en la capacitación sobre prácticas sostenibles y tecnologías limpias también es esencial para implementar soluciones que reduzcan el impacto ambiental sin comprometer la rentabilidad. Por otro lado, la habilidad de gestionar y comunicar el impacto social y ambiental es fundamental. Los emprendedores deben ser capaces de establecer métricas y sistemas de seguimiento claros para evaluar el progreso hacia los ODS, y comunicarlo de manera transparente a sus grupos de interés. Esto no solo fortalece la credibilidad, sino que también atrae a inversores y clientes que valoran la sostenibilidad. La capacidad de construir alianzas y redes de colaboración también es clave, ya que trabajar junto a otros actores puede facilitar el acceso a recursos y conocimientos, potenciando el impacto de sus esfuerzos hacia los ODS.
—¿Cómo influye la implementación de los ODS en la cultura empresarial de una startup?
—La implementación de los ODS en una startup transforma profundamente su cultura empresarial al centrar las decisiones y prácticas en la sostenibilidad y el impacto social. Integrar los ODS implica adoptar una visión a largo plazo que trasciende la búsqueda de beneficios rápidos, impulsando una cultura orientada hacia la responsabilidad, la ética y la innovación. Los equipos aprenden a valorar los objetivos comunes y a trabajar por un propósito más amplio que la simple rentabilidad, lo que promueve el compromiso y la cohesión entre los empleados, así como una mayor lealtad hacia la empresa. Además, incorporar los ODS fomenta una mentalidad de aprendizaje continuo y adaptabilidad, elementos esenciales para enfrentar desafíos sociales y ambientales que evolucionan rápidamente. Esta cultura de mejora constante también se traduce en una apertura al cambio, a la colaboración y a la creatividad, valores que impulsan a los empleados a proponer soluciones novedosas y a asumir roles de liderazgo en sostenibilidad. En este sentido, los ODS no solo moldean la cultura de la startup, sino que también refuerzan su identidad y atractivo frente a clientes, inversores y otros socios estratégicos.
—¿Qué retos específicos pueden enfrentar las startups en su camino hacia la escalabilidad cuando intentan cumplir con los ODS?
—Las startups se enfrentan al reto de equilibrar crecimiento rápido con sostenibilidad, lo cual suele exigir recursos significativos en un contexto donde la rentabilidad aún es frágil. Uno de los mayores desafíos es la necesidad de inversión en tecnologías limpias y prácticas responsables, que suelen tener un costo inicial alto sin una garantía de retorno inmediato. Esto puede generar una tensión entre los objetivos financieros y los de sostenibilidad, especialmente si los inversores no están alineados con estos principios a largo plazo. Además, la falta de métricas claras y estándares universales para medir el impacto social y ambiental puede dificultar tanto la gestión interna como la comunicación del valor sostenible a los grupos de interés, afectando la credibilidad y competitividad de la empresa en el mercado. Escalar de manera sostenible exige una cadena de suministro y operaciones (cadena de valor) alineadas con los ODS, lo cual puede ser complicado y costoso de implementar a gran escala sin el apoyo y colaboración de socios comprometidos.
—¿En qué medida cree que las nuevas generaciones están más comprometidas con la implementación de los ODS en sus modelos de negocio?
—Las nuevas generaciones están significativamente más comprometidas con la implementación de los ODS en sus modelos de negocio, ya que han crecido en un contexto donde la conciencia ambiental, la justicia social y la ética empresarial son cada vez más valoradas. Este compromiso es una respuesta directa a la urgencia de los desafíos globales, como el cambio climático y la desigualdad, que las generaciones actuales perciben como problemáticas que amenazan su propio futuro. Por ello, los emprendedores jóvenes tienden a ver la sostenibilidad como un pilar esencial de su visión empresarial, buscando generar un impacto positivo desde el inicio. Además, esta generación prioriza el propósito sobre el beneficio a corto plazo y valora modelos de negocio que integren los ODS de manera genuina, no como una estrategia de marketing, evitando de esta manera entre otros el greenwashing. Utilizan la tecnología y las redes sociales para concienciar y movilizar a sus comunidades, haciendo de la sostenibilidad una ventaja competitiva. Esta mentalidad orientada al impacto ha motivado a muchas startups a integrar los ODS no solo como una responsabilidad, sino como una oportunidad para innovar y diferenciarse en un mercado donde los consumidores también son cada vez más exigentes con el comportamiento ético de las empresas.
—¿Cuál es su mensaje para los emprendedores que aún son escépticos sobre la importancia de los ODS en sus negocios?
—A los emprendedores escépticos les diría que integrar los ODS no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino una estrategia sólida para asegurar la viabilidad y competitividad de sus negocios a largo plazo. En un mundo donde tanto los consumidores como los inversores exigen cada vez más responsabilidad y transparencia, ignorar los ODS implica quedar rezagado y perder relevancia. Los ODS ofrecen un marco claro para innovar y adaptarse a un entorno en constante cambio, convirtiendo desafíos globales en oportunidades de negocio. Los mercados están premiando a las empresas que operan de forma sostenible y penalizando a las que no lo hacen. Por lo tanto, adoptar los ODS desde una perspectiva estratégica permite no solo mejorar la eficiencia y reducir riesgos, sino también construir una marca sólida y atraer talento comprometido. La sostenibilidad es el futuro de los negocios, y quienes la integren hoy tendrán una ventaja competitiva y una mayor capacidad de adaptación ante los retos de mañana.