Uno de los principales factores para alcanzar una plena realización profesional es especializarse en aquella actividad por la que se siente verdadera vocación. En el ámbito sanitario, donde se exige excelencia en la atención al paciente, esta predisposición resulta especialmente relevante.
Por lo tanto, podríamos preguntarnos, si los médicos y otros profesionales sanitarios, ¿Están realmente satisfechos en sus puestos? y ¿En qué ámbito alcanzan mayores cotas de plenitud en el desempeño de su actividad? Esto es lo que ha hecho la Fundación IDIS en su reciente informe de Experiencia del profesional sanitario en la sanidad privada, arrojando unos datos realmente concluyentes. Por ejemplo, destaca que: «El 69% de los médicos y el 55% de los enfermeros del sector sanitario privado valoran con notas superiores a 7 sobre 10 su experiencia laboral en Hospitales privados».
En el caso de los médicos, el grado de satisfacción alcanza el 72% cuando hablamos de profesionales que únicamente se desempeñan en entornos sanitarios privados. Según detalla el mismo estudio, la conciliación, la autonomía, el salario y el reconocimiento profesional, así como disponer de las herramientas adecuadas para asistir a sus pacientes son los principales argumentos que justifican las elevadas tasas de satisfacción en el sector sanitario privado.
En este sentido, es conocido el esfuerzo de los diferentes grupos que conforman la sanidad privada en España por liderar la transformación digital del sector sanitario, por adecuar instalaciones, por retener talento y mejorar las condiciones laborales, así como por fomentar el desarrollo y formación de los profesionales. En definitiva, una apuesta por generar un entorno competitivo y atractivo que reconoce el prestigio del profesional y que lo fideliza dentro de un buen ambiente de trabajo. Siempre orientado a mejorar los resultados en la salud del paciente.
España y extensivamente Balears, cuentan con un sector sanitario privado ampliamente implantado, sólido, pionero y en expansión, en cuya actividad se mantiene siempre un espíritu de colaboración con el sector público. Han sido años de trabajo y desarrollo que han servido para hacer de las Islas un entorno de excelencia en la atención sanitaria a los residentes y un destino turístico seguro y de garantías que sin duda resulta atractivo y confiable, para los millones de turistas que nos visitan anualmente. Considero que las cifras que refleja el estudio son enormemente positivas respecto al futuro de la sanidad privada en nuestra comunidad. Y, además, refuerzan la trayectoria de los grupos sanitarios privados que desde hace prácticamente un siglo, han generado empleo de calidad, desarrollo profesional y asistencia de pacientes con los más altos estándares de seguridad.
En relación con estos datos, y de forma recíproca me parece un buen momento para hacer una reflexión, sobre la importancia de valorar el buen trabajo y dedicación de todas las personas que conforman el sector sanitario. Creo que su labor merece el profundo reconocimiento de la sociedad y que debemos fomentar un entorno de respeto al trabajo del profesional que se dedica a curar o a mejorar el proceso de convalecencia y en general la vida del paciente.
A la vez, existen retos que debemos prever y superar. Uno de ellos es la realidad de que «más del 50% del personal sanitario» tiene más de 50 años por lo que existe un «claro problema de relevo generacional». En este sentido, me ilusiona pensar en que el próximo año saldrá al mercado laboral, la primera generación de enfermeros y enfermeras formadas en la Escuela de Enfermería. Un proyecto en el que he puesto mi empeño personal y que ha sido impulsada conjuntamente por la Universidad Pontificia Comillas, el CESAG y Quirónsalud. Algo que parecía imposible y ahora es una realidad, en breve empezará a dar un servicio excelente. Es una pequeña conquista, que me permite de la misma manera acoger con optimismo nuevos proyectos para la formación de futuros médicos y otros especialistas que desde iniciativas privadas se intentan promover en nuestras islas. La titulación académica reglada es la herramienta indispensable para la formación de mejores sanitarios, especialmente médicos y enfermeros que a su vez son los cimientos que nos permitirán afrontar los retos que se avecinan en el sector de la salud. Avances biomédicos, transformación digital, integración de la Inteligencia Artificial y todo sin olvidar que el proyecto debe estar siempre enfocado en ofrecer la mejor atención al paciente.