Por un momento, imaginémonos que no tuviésemos ninguna clase de energía: sin luz, sin calefacción, sin AC (Aire Acondicionado)… ¡No habría fábricas, ni hospitales tal como los entendemos, ni tecnología, ni comunicaciones, ni IA (Inteligencia Artificial), ni nada de nada! Sin combustibles, no habría transporte, ni coches, ¡ni aviones!
Todo lo que nos rodea funciona con energía, por eso es tan importante tenerla, y a buen precio para que podamos pagarla. Primero, se utilizó carbón, luego fueloil, gasolina, gas… y ahora se intenta obtener energía de fuentes renovables, que desde luego serán el futuro, pero todo lleva su tiempo.
Todo cambio necesita una transición, y ahora mismo nos encontramos en la época en la que estamos dejando los combustibles fósiles y pasando a fuentes renovables para dejar de contaminar y ser independientes.
Si, además de conseguir nuestra energía sin emitir CO2₂ (dióxido de carbono) y NOx (óxidos de nitrógeno), es muy importante también tener en cuenta que ni en España ni en la Unión Europea tenemos gas, por lo que necesitamos sustituirlo para ser independientes energéticamente de terceros países, que a veces son amigos y otras veces, no tanto…
Pues sí ¡todo nuestro bienestar y estilo de vida actual pasa por tener energía!...¡Vamos a conseguirla!
Una de las soluciones sería gastar menos energía, pero con el desarrollo de la IA, que tanto nos gusta utilizar y que no para de crecer, resulta que estamos demandando cada vez más energía, y esto es un avance que no podemos parar, por lo tanto, cada día necesitamos más.
Otra opción es aplicar la eficiencia energética en todo. Aquí sí que podemos actuar, y mucho. Desde nuestras casas, las empresas, las industrias… cada uno de nosotros podemos poner nuestro granito de arena. Por ejemplo, desde casa podemos reducir el consumo, apagando luces innecesariamente encendidas, bajando la calefacción, subiendo la temperatura del AC, utilizando domótica para gestionar esa eficiencia, poniendo ventanas para conseguir que no haya fugas de calor o frío, instalando bombillas y aparatos de bajo consumo, ajustando las tarifas de la comercializadora que más se ajusten a nuestras necesidades, etc…
Desde las empresas y las industria, tenemos planes de eficiencia energética y seguimos la huella de carbono. Lo primero que hay que hacer es medir esa «huella» y, al ser conscientes de ella, actuar para ser más eficientes en los procesos.
En concreto, ayudamos a nuestros clientes a ser más eficientes para conseguir un modelo energético más sostenible en el plano medioambiental, económico, de fiabilidad y de seguridad. Me encanta imaginar que habrá un momento en el futuro en que, con energía solar, con energía eólica y con baterías, podamos autoabasteceneros en nuestras casas. Para la industria, que necesita calor a muy altas temperaturas y mucha potencia, considero que seremos capaces de producir H₂ (hidrógeno) verde o biometano suficiente para que sirva de combustible para los motores y calderas.
La tecnología para producir H₂ ya existe y es sencilla, pero su coste es alto. Por si alguien no lo recuerda, diré que el H₂se puede sacar de la molécula de agua H₂O. Es decir, a partir del agua de un pozo o del mar (una vez filtrada la sal), se coloca en un aparato tipo caja, llamado electrolizador, y sale por un lado el oxígeno, que puede servir para usos hospitalarios o devolverse a la atmósfera, y el H₂, que sirve para reemplazar la gasolina de los motores. Por tanto, ofreciendo energía 100% renovable.
Como he dicho, el problema es la cantidad de energía que necesita el electrolizador para romper la molécula el agua y obtener H, lo que lo hace por el momento inviable económicamente.
Debemos seguir investigando nuevas formas de obtener H₂ y hay que probarlo en los motores de una manera continua, no como se ha hecho hasta ahora, en una bancada de pruebas de una fábrica, durante horas.
La investigación, el I+D+i, es fundamental. Otra tecnología en que mi padre, Gabriel Sampol, en paz descanse, creía mucho, era la fusión nuclear. No confundamos la fusión nuclear, donde varios núcleos atómicos se unen y forman un núcleo más pesado, con la fisión nuclear, que es el proceso contrario: en la fisión, un átomo pesado se divide en dos átomos más ligeros, produciendo energía.
Esta tecnología, la fusión, está siendo probada en el ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), ubicado en Francia, y en febrero se logró un hito muy significativo. Sin embargo, no se espera que sea completamente funcional hasta 2035. Conseguir la energía a partir de fusión nuclear sería fantástico, la mejor solución para el planeta, ya que no genera residuos radioactivos.
Mientras la fusión o el H llegan como fuente de energía, en SAMPOL apostamos por las renovables y por la Cogeneración.
La Cogeneración es el sistema de producción de energía eléctrica y térmica (frío/calor) más eficiente que existe utilizando gas como combustible. Toda Europa apuesta por ella, pero en España se nos resiste. En mi modesta opinión, es la mejor solución para que la industria en España sea más competitiva, reduzca costes y sea ambientalmente responsable.
En un motor, la eficiencia respecto al combustible utilizado para producir energía es del 45%. Con la Cogeneración, esta eficiencia aumenta a un 85%. Esto se debe a que, en lugar de desperdiciar el calor generado en el motor y en los gases que se producen, liberándolos a la atmósfera, se utilizan para calentar agua y producir energía térmica: tanto calor como frío. El agua caliente pasa por una máquina de absorción, que mediante bromuro de litio convierte esa agua caliente en agua fría y se puede usar para aire acondicionado.
Toda esta energía térmica resulta «gratis» con la Cogeneración, pues no hay que utilizar más combustible para producirla. En vez de desperdiciar el calor del motor, se utiliza para producir esa energía térmica.
Es evidente que es necesario invertir en máquinas de absorción y calderas. Sin embargo, desde una perspectiva de eficiencia energética, no implica un mayor consumo de combustible. Además, desde un punto de vista medioambiental, esta solución es altamente beneficiosa, ya que reduce significativamente la producción de toneladas de CO2. Estas plantas de Cogeneración combinadas con renovables, constituyen las microredes, que son la mejor solución para esta transición energética.
Gracias por haber llegado hasta el final del artículo. Espero sinceramente que haya sido de vuestro interés y que haya arrojado algo de luz sobre este mundo complejo y en constante transformación que es la energía, sin la cual, no podríamos vivir.