Balears superó en 2024 los 18 millones de turistas por vez primera, que aumentaron un 4,93% respecto al año anterior. Además, el gasto turístico se disparó el pasado año para superar los 22.380 millones de euros e incrementarse un 12,23% en comparación al año anterior. El gasto por persona se situó en 1.194, 54 euros y aumentó un 6,96%, mientras que el gasto por persona y día era de 186,53 euros tras subir un 7,54%. Y, además, las pernoctaciones superaron los 64 millones tras incrementarse casi un 7%.
Los índices de rentabilidad hotelera suben con fuerza desde la pandemia y los Ingresos por Habitación Disponible se situaron en 118,4 euros en 2024, tras aumentar un 7,98%. De igual manera, la tarifa media diaria alcanzó los 145,6 euros tras incrementarse un 6,14% en Balears.
Además, el paro retrocedió un 8,20% para rebajar el número de desempleados hasta los 28.943 de los que solo 11.044 son de larga duración. Los afiliados a la Seguridad Social aumentaron un 3,52% en 2024 para situarse en 566.383.
Las estadísticas y multitud de datos apuntan a Balears como una comunidad sólida y próspera. Los beneficios empresariales de buena parte de las empresas son sólidos y la pandemia es solo ya un vago recuerdo en la memoria contable.
Las reformas hoteleras han sido generalizadas en los últimos años y los establecimientos que se han modernizado y ampliado -cuando la legislación lo ha permitido- son la inmensa mayoría. La apuesta por la calidad ha sido clara y muy extendida entre los hoteleros.
Las estadísticas y los datos apuntan a unas islas que no existen. La realidad es que son muchos los ciudadanos de Balears que tienen serios problemas para llegar a fin de mes, que tienen dificultades para cubrir sus necesidades más básicas y que no pueden permitirse ningún tipo de lujo. Los trabajadores pobres son una nueva clase social ya consolidada. Las retribuciones económicas del trabajo no son suficientes para acceder al mercado de la vivienda y las casas compartidas o el alquiler de habitaciones se está generalizando.
En este sentido, el precio de la vivienda, tanto nueva como de segunda mano, no deja de crecer.
Además, cada día son más los residentes que están hastiados del turismo al que responsabilizan de casi todos los males. Es por eso que se hace urgente adoptar medidas para reconciliar al turismo y a los residentes. Y llegados a este punto es cuando parece evidente que menos es más.
Cada día son más los que piensan que nos sobran turistas, que no hacen falta tantos hoteles ni tantas plazas hoteleras. Y que hay demasiadas viviendas de alquiler vacacional, especialmente en plurifamiliares. Y llegan demasiados cruceros con demasiada gente. Y son muchos los ciudadanos que consideran que debería limitarse el número de vehículos de alquiler y que sería una buena idea restringir la circulación de vehículos, como ya sucede en Formentor, en algunas zonas. Y son muchos los que defienden que deben adecuarse y ampliarse las infraestructuras viarias a la nueva realidad de Balears, aunque también los hay que defienden que las carreteras siempre serán insuficientes si no se cuenta con una red de transporte público moderna, eficiente y económica.
En definitiva, que cada son más los que piensan que menos es más.