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Las infraviviendas de Gomila, al detalle
Las infraviviendas de la calle Joan Miró son un polvorín. En una treintena de trasteros ilegales todavía viven hacinadas, en condiciones insalubres, decenas de inquilinos en pie de guerra con el propietario, un policía local de Palma. Los arrendatarios denuncian que el dueño intenta expulsarlos con tácticas de acoso y sabotaje que en los últimos días están elevando la tensión hasta niveles máximos: llevan sin agua desde hace una semana, y aseguran que ayer acudió una persona para cortarles la luz. Un desahucio inminente promete agitar aún más las aguas.
M. À. Cañellas 04/07/25
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Aranzazu, de 62 años, muestra el interior de su infravivienda.