La estadounidense Coco Gauff, la gran promesa del tenis femenino con solo 19 años, derrotó a la bielorrusa Aryna Sabalenka y se coronó este sábado en el Abierto de Estados Unidos conquistando su primer 'grand slam'. Gauff firmó una magnífica remontada ante Sabalenka (2), que la próxima semana será la nueva número uno de la WTA, y se llevó el título en Flushing Meadows (además de tres millones de dólares de premio) por 2-6, 6-3 y 6-2 en dos horas y seis minutos.
Llamada a ser la heredera de las hermanas Serena y Venus Williams, la joven afroamericana de Florida ascenderá el lunes al puesto 3 del mundo tras una tarde inolvidable en el Arthur Ashe Stadium de Nueva York, que se volcó completamente para apoyarla en este histórico triunfo.
En esta final del 'grande' neoyorquino no pudo tener una rival más temible, ya que Sabalenka, la gran dominadora del circuito femenino este año, había llegado a las semifinales de los cuatro 'Grand Slam' y había ganado tres torneos (el Abierto de Australia, Adelaida y Madrid).
Gauff, quien también será el lunes número uno del ránking de dobles junto a su pareja en la pista Jessica Pegula, es la tercera estadounidense con menos de 20 años que conquista el Abierto de EE.UU. (la acompañan en este registro Serena Williams y Tracy Austin).
Era asimismo la estadounidense más joven en llegar a la final de Nueva York desde Serena Williams en 1999.
Además se quitó la espina clavada que arrastraba desde 2022, cuando perdió su primera final de 'grand slam' al caer en Roland Garros contra la polaca Iga Swiatek,
Tras su sorprendente eliminación en primera ronda de la pasada edición de Wimbledon, donde partía como séptima cabeza de serie, Gauff ha firmado un verano excelente con su victoria en Washington, su primer triunfo en un Masters 1.000 (Cincinnati) y ahora con su primer 'grande' ya en la vitrina.
Gauff, que también ganó Auckland a principios de año (cuatro victorias en sus cuatro en sus finales en 2023), acumula además doce partidos seguidos venciendo, su mejor racha hasta el momento dentro de una carrera que apunta al infinito.
Venía escarmentada Sabalenka de las semifinales, donde un comienzo penoso en el primer set contra Madison Keys (17) la forzó a buscar una remontada épica en tres sets.
Esta tarde fue todo lo contrario, ya que la bielorrusa desplegó un potente arranque dominando con sus derechazos desde el fondo de la pista ante una Gauff obligada a defenderse y a correr sin parar.
Muy agresiva, Sabalenka logró un 'break' en el primer juego del encuentro frente a una Gauff que siguió echándole ganas, mucho sacrificio y, sobre todo, kilómetros y kilómetros recorriendo de lado a lado el fondo de la pista.
Especialmente hubo un punto en el ecuador de la manga que resumió el primer set: Gauff, sin duda una de las tenistas más atléticas del circuito, salvó de forma milagrosa tres golpes seguidos que parecían ganadores y Sabalenka necesitó un cuarto para rematar.
Gauff devolvió la rotura de saque (2-2), pero Sabalenka no levantó el pie del acelerador, sumó dos 'break' más y cerró el primer set en 40 minutos.
No se dio por vencida la tenista de Florida, que reaccionó en el segundo set ante una Sabalenka que seguía tirando con mucha fuerza pero a la que le pesaron los errores no forzados (16 en esa manga por solo 7 de Gauff).
Espoleada por la grada, Gauff recuperó la confianza y firmó golpes excelentes como un 'passing' cruzado y de revés que hasta la propia Sabalenka aplaudió.
Gauff tomó la delantera con un 'break' para el 3-1, salvo una opción de rotura de Sabalenka en el siguiente juego y metió la directa para forzar el tercer set ya con la grada totalmente convencida de la remontada.
La euforia del estadio se trasladó a la pista, donde Gauff empezó a fundir a una Sabalenka que se hundió en el tercer set con 16 errores no forzados.
En cambio, una Gauff tremendamente segura, muy seria y absolutamente concentrada subió a la red para rematar dos 'break' seguidos (4-0) y apretó el puño sabiendo que tenía la gloria al alcance de la mano.
Un parón para asistencia médica a Sabalenka no enfrió a Gauff, que ya no miró por el retrovisor para sellar su primer triunfo en un 'grande' en un Arthur Ashe Stadium convertido en una descomunal fiesta.