No pudo disfrutar de una puesta en escena más plácida el serbio Novak Djokovic, necesitado de horas de pista para ponerse a tono y cumplir objetivos en una temporada abrupta, y batió una vez más y con la solvencia habitual al francés Gael Monfils (6-3 y 6-.) para acceder a los octavos de final del Mutua Madrid Open y, de paso, asegurar su estancia en el número uno. Antes de completar el duelo de la presente edición del Masters 1000 madrileño, interrumpido por la lluvia durante media hora, hasta que la cubierta de la pista principal, la Manolo Santana, tapó el recinto, el serbio ya se resguardaba en un bagaje rotundo en sus cara a cara con el parisino. En diecisiete partidos había ganado los diecisiete.
Esta fue la decimoctava. No hubo excepción. A pesar de las dudas que arrastra el balcánico en este 2022 provocadas por su intermitente participación en el circuito, Monfils dio sensación de estar resignado a su suerte. De hecho, tras superar al español Carlos Gimeno ya avisó que afrontaba sin expectativas el compromiso con el serbio. No le faltaba razón. Djokovic transita por el curso con tres derrotas a sus espaldas y ningún éxito en el 2022. No pasó de cuartos en Dubai, superado por el checo Jiri Vesely y en el Masters 1000 de Montecarlo cayó en su primer partido, ante el español Alejandro Davidovich. Fue en Belgrado, hace una semana, donde más cerca estuvo de la victoria. Llegó hasta la final, superado por Andrey Rublev. Ni eso estimuló al francés incapaz de sobrevivir en un evento habitual en su calendario en el que nunca atravesó los cuartos de final. La tierra le ha dado un respiro a Djokovic, ganador en Madrid en tres ocasiones y dos veces finalista.
Ha encontrado la continuidad que le faltó al inicio de temporada, cuando fue expulsado de Melburne y no pudo jugar el Abierto de Australia y tampoco formar parte de la gira americana. La llegada de la etapa de arcilla le ha devuelto al escenario. Y Madrid es su tercer torneo seguido. Los numerosos errores del parisino allanaron el camino del serbio. Era el segundo encuentro en polvo de ladrillo para Monfils que llegó a Madrid después de un mes sin competir. Salió airoso del estreno ante Carlos Gimeno, un invitado del torneo, pero no llegó a más en la Caja Mágica. Djokovic cumplió su objetivo sin alardes, con lo justo. No necesitó más. Monfils desechó, uno tras otro, los cinco puntos de rotura que dispuso mientras su rival aprovechó los tres que dispuso para desequilibrar el partido. Tardó una hora y veintiséis minutos el ganador de veinte Grand Slam en situarse en octavos donde se encontrará con el vencedor del duelo entre el británico Andy Murray y el canadiense Denis Shapovalov, decimocuarto cabeza de serie. El triunfo ante Monfils asegura al serbio su estancia una semana más en el número uno del mundo. Serán ya 369 en la cima.