El Deportivo, el club de su vida, le cerró las puertas del primer equipo en las narices después de haber pasado toda su infancia en Abegondo. Con apenas 20 años descendió con el Betanzos a Preferente y a los 24 llamó a su padre para decirle que dejaba el fútbol, después de una nefasta experiencia en el Conquense, y que quería estudiar Psicología Deportiva. Llegó a estar seis meses sin cobrar y para ganarse un dinero extra daba masajes -tiene el título de masajista- a 10 euros la hora a sus propios compañeros. Cogió el tren del fútbol profesional rozando la treintena, pero desde entonces Daniel José Rodríguez Vázquez (Betanzos, A Coruña, 1988) no ha parado en ninguna estación. Es su séptima temporada en el Mallorca y ahora, a sus 36 años, reconoce estar en el mejor momento de su carrera deportiva. Una sonrisa le ilumina el rostro y atiende a Ultima Hora para repasar una trayectoria cargada de espinas que le han curtido como persona y que le hace disfrutar mucho más el día a día. Sabe lo que le ha costado ser futbolista de élite y aprovecha al máximo el presente.
—Creo que es una pregunta que le hacemos cada temporada, ¿está en el mejor momento de su carrera deportiva?
—Estoy muy contento. Desde el primer día está siendo todo muy especial y lo sigue siendo. Por eso lo disfruto tanto cada día. Para mí cada partido, cada entrenamiento es un regalo.
—¿Cuál es el secreto para que cada año se encuentre mejor física y mentalmente y para que, a los 36 años, sea uno de los jugadores más destacados no solo del Mallorca sino también del campeonato?
—Es una mezcla de todo. Me cuido hasta el extremo porque cuando vas cumpliendo año no puedes tener ni un día que te permitas pecar, pero sobre todo eso, cuidarse mucho y entrenar cada día para intentar ser el mejor. Dar el máximo cada día para poder estar bien el fin de semana.
—Llegó a la Isla con 30 años, debutó en Primera con 31.. ¿se ha preguntado alguna vez cómo hubiera sido su carrera si hubiera llegado a la elite con 24 o 25 años?
—Me lo he preguntado muchas veces, pero al final mi camino fue como fue y quizás hace que ahora, con 36 años, esté mejor que nunca. Que me haya costado tanto llegar hace que lo cuide al máximo e intento no fallar en el día a día. No sé si hubiera sido diferente. Obviamente si llegas a Primera División con 23 o 24 años te cambia absolutamente la vida mucho antes... pero igual llegas a esa edad y después desapareces. Mi carrera ha sido así y me hace estar muy orgulloso de lo que he conseguido. Me ha costado mucho y le doy mucho valor al día a día gracias a la carrera que he tenido y lo que me ha costado llegar.
—Repasemos un poco su carrera. Pasó en el Deportivo toda su infancia, pero salvo un partido de la Copa del Rey precisamente en Sevilla hace 15 años no le dieron oportunidades...
—Así es. Sevilla para mí siempre es especial porque allí jugué mi primer y único partido con el Deportivo en una eliminatoria de Copa hace ya 15 años y así fue. Cuando llegué al primer equipo del Depor pues no me llegó esa oportunidad de asentarme porque el club decidió no apostar por los jóvenes y ahí fue uno de los peores momentos de mi carrera. Cuando eres joven, 22 años, y no te dan la oportunidad pues empiezas a culpar a todo el mundo, te encierras en una burbuja de autodestrucción total y me costó muchos años recuperarme...
—Decidió entonces regresar al equipo de su pueblo, al Betanzos, para jugar en Tercera y ese año descendieron a Preferente.
—Sí, fue una cesión nada más acabar la etapa de juveniles. Yo decidí jugar en mi pueblo porque para jugar en Tercera por ahí prefería estar en casa. Después, la temporada en Cuenca, fue muy difícil. Aprendí muchísimo a pesar de todas las dificultades porque estuvimos 6 meses sin cobrar, yo era la primera vez que salía de mi casa y fue muy duro. Aprendí muchísimo de los compañeros que tuve allí y maduré quizás más en ese año lo que no había madurado en los 22 anteriores. Fue un año difícil que me curtió mucho. En Ferrol encontré a una gente que hizo que me volviera a sentir futbolista, a recuperar la ilusión que había perdido. Ferrol fue una etapa a la que le guardo un especial recuerdo por lo que significó para volver a creer en mí. Cuando pasas un bache tienes que volver a encontrarte y gracias a ellos lo pude conseguir. En el Racing de Ferrol di un salto en mi carrera hacia el Racing de Santander en el momento justo de darlo y fue una gran experiencia. Como club, como ciudad estuve increíble. Quizás fue el equipo, antes del Mallorca, en el que más de Primera División te puedes sentir porque es un club con toda la infraestructura de Primera aunque no estaba pasando por su mejor momento. Con el cambio de entrenador, se fue Munitis y llegó Ángel Viadero, pues no fue bien. No tuvimos un buen trato ni él conmigo ni yo con él y prescindió de mí. Yo decidí irme al Albacete, donde estaba Aira, que me había ayudado muchísimo en Ferrol. Tuve esa temporada que me cambió la vida con el ascenso a Segunda y ahí es donde dije aquí estoy y voy a demostrar que tenía que haber llegado hace mucho. Tenía 29 años y debutaba en el fútbol profesional.
—En esos momentos de máxima dificultad tanto económica como deportiva, ¿llegó a pensar en dejar el fútbol?
—Sí, sí. Sobre todo después del Conquense me acuerdo ese verano que hablo con mi padre y le comento la idea. Que lo quiero dejar para ponerme a estudiar porque también tenía la inquietud de estudiar una carrera...
—¿Qué quería estudiar?
—Quería estudiar Psicología Deportiva, inclinarme un poco por esa parte también un poco por todo lo que estaba sufriendo yo personalmente y para intentar ayudar a otros deportistas que pudieran estar pasando por esa misma situación. Pero la conversación con José Manuel Aira (entrenador entonces del Racing de Ferrol) me ayudó muchísimo. Creía mucho en mí y es verdad que tenía que jugar en Tercera División y para mí fue como un fracaso absoluto en mi carrera. Decir, ostras, he luchado tanto para jugar en Tercera División... pero repito que a Ferrol se lo debo todo. Absolutamente todo. Al Racing de Ferrol, a José Manuel Aira, al grupo que teníamos que era impresionante. Aprendí mucho y disfruté mucho de jugar al fútbol. Allí me recuperé en todos los aspectos.
—Ha jugado desde la Copa Federación, que es la Copa de los modestos, hasta una final de la Copa del Rey, con gol incluido; una Supercopa de España en Arabia, fase de ascenso para no bajar a Tercera...
—Sí, sí. Mi trayectoria ha sido al revés de la de otros futbolistas. Me siento super orgulloso porque no ha sido fácil. Mucha gente me dice que puedo escribir un libro para ayudar a otros futbolistas. No me siento ejemplo de nada, pero sí que me siento orgulloso de lo que he hecho.
—¿Qué le dice a un chaval que debuta en Primera con 20 años y que cree que ya lo ha conseguido todo?.
—A veces lo veo con algún compañero e intento hablar con él y aconsejarle. Es cierto que las nuevas generaciones, a mí me pasa con mis hijos, te escuchan poco, pero por mí no queda. Hablo con ellos y les digo que la vida de muchas vueltas. Que tienen que sentirse unos privilegiados por estar aquí, por estar en Primera División, por venir cada día a competir. Y que ahora te ves en Primera pero que en un momento puedes pasar a Segunda B o a Tercera.
—Volviendo a lo que ha comentado antes que le pasó en el Conquense, ¿cómo vivió esos seis meses sin cobrar?
—Buff...Me acuerdo que gracias a Dios yo tenía los ahorros del filial del Depor y no le tuve que pedir dinero a mis padres. Yo vivía en un hotel en Arcas, un pueblo al lado de Cuenca, donde tenía desayuno, comida y cena, me lavaban la ropa y claro tenía que pagar el hotel cada mes que eran unos 780 u 800 euros de hotel y eso estando seis meses sin cobrar. Lo pasé fatal y recuerdo que compañeros lo pasaron muy, muy mal. Se tuvieron que ir de los pisos, juntarse seis en una casa. Gracias a Dios ahora ha cambiado un poco porque la AFE ayuda. Recuerdo que yo iba por las casa de los compañeros dos días antes del partido y daba masajes por 10 euros la hora porque tengo el título de masajista... me buscaba un poco la vida. Son experiencias que te hacen valorar las cosas mucho más. Ahora es otro mundo. Yo intento inculcarles a mis hijos lo que yo he vivido para que valoren todo lo que tienen, pero no lo entienden.
—Hablando un poco del presente, el partido ante Las Palmas supuso una liberación después de tantas jornadas sin ganar.
—Los dos partidos en casa eran muy importantes y sacar cuatro puntos de seis, aunque queríamos los seis, pues nos ha servido. Queríamos ganar un partido para acabar con esa mala racha. En todas las temporadas tienes esa fase en la que no te sale nada y a nosotros nos vino todo de golpe. La Copa del Rey, la Supercopa, luego en Liga el partido en Villarreal y se forma una nube que teníamos que acabar con eso. El equipo demostró que tiene madurez, hicimos una gran primera parte y eso nos ha liberado. La gente se conectó al ver al equipo que estaba super conectado.
—Jagoba está removiendo mucho las piezas en esa segunda línea con usted, Darder, Morlanes… ¿en qué posición está más a gusto?
—En el campo. A mí me gusta jugar y quizás eso me lleva a jugar en varias posiciones. No me encierro a jugar en una posición y es verdad que en ese trivote estoy más acostumbrado que en otras posiciones. Pero el futbolista moderno, el jugador de hoy en día, se tiene que adaptar a varias posiciones.
-Una de las cosas que más sorprende es su capacidad física y su llegada constante al área rival. ¿Es un tema físico o más de planteamiento de partido?
-A ver también el juego del equipo es más alegre, más vistoso que otras temporadas y te hace lucir más a la gente de ataque. Javier nos dio muchísimo durante dos temporadas y media, como una final de Copa y tres permanencias, pero también es verdad que para la gente de ataque no era tan vistoso. Ahora te puedes lucir más y se nos ve más en forma.
-El otro día disputó su partido 168 en Primera con el Mallorca, igualando la marca de Chichi Soler, y es el jugador del vestuario con más encuentros en la elite con el equipo.
Es una pasada. Cuando llegas a un club nuevo nunca te imaginas que puedas tener una carrera tan exitosa. Y menos estar siete temporadas, y gracias a Dios estaré una octava, eso no es fácil. Estoy encantado de cómo está siendo este sueño y esta película que me está pasando y disfrutándola día a día. Estoy en el top-ten de partido con el Mallorca en Primera, estoy como máximo asistente de la historia del Mallorca, que es una barbaridad, así que super contento. Tengo ganas de seguir aumentando estas cifras...
-Comentó recientemente Pablo Ortells que sabe que se retirará Dani Rodríguez aquí, pero lo que no sabe es cuándo...
-Sí, yo le voy metiendo caña. Es una cuestión de club y no solo mía y ellos van a decidir en este proceso. Mi intención es jugar aquí hasta el último día que tenga de fútbol porque aquí es el sitio donde más feliz he sido, donde más he disfrutado en mi vida y que ha sido la mejor etapa de mi carrera. Para devolver todo ese cariño me gustaría jugar aquí hasta el final. ¿Cuándo es el final? Ahora mismo no pienso en eso porque estoy muy bien y quiero seguir. El club me ha dado la oportunidad de seguir un año más y yo seguramente les apriete para que me den otro (risas) seguro.
-¿Le gustaría formar parte del staff cuando cuelgue las botas o tiene inquietudes de entrenador?
-La verdad es que no pienso en ello. A veces mi padre o mi mujer me dicen que tengo que empezar a pensar en qué haré cuando me retire, pero yo creo que a eso te lleva la vida. No sabemos qué nos deparará el futuro ¿Entrenador? Por ahora no me veo. Estoy centradísimo en jugar al fútbol y cuando empiezas a pensar en otras cosas te puedes descentrar. Por ahora soy futbolista...
-Si ganan los partidos ante Sevilla y Alavés, el equipo alcanzará los 40 puntos, que en teoría es la cifra de la salvación. Ahí ya tendríais el 5, pero ¿se habla de Europa en el vestuario?
-Estamos demostrando que no nos conformamos con el 5. Hemos hecho una primera vuelta sobresaliente, en esta no la hemos empezado bien y no sé cuantos puntos haremos porque las segundas vueltas son muy raras. Tienes que ir partido a partido, esa es la verdad. Tenemos un partidazo el lunes, que es una pena que sea el lunes, y tenemos mucha ilusión de sacar algo positivo. Y luego el fin de semana con nuestra gente a darlo todo.
-¿Tiene una conexión especial con Muriqi?
-Tanto dentro como fuera del campo. No sé cuantas asistencias le he dado yo pero me tiene que subir el sueldo (risas) ;e entiendo muy bien con él, con Cyle, en general con todos los de ataque. Con Muri tengo una conexión que va más allá. Esa amistad que tengo con él fuera del campo no es fácil encontrarla en Primera División y es un gran amigo que lo tendré para siempre.
-¿Quién es su mejor amigo en el vestuario?
-Pues tanto Martin (Valjent) como Muri son las personas que tengo en mi vida. Que me llevo como mis amigos para siempre.
-Vicente Moreno, Luis García Plaza, Javier Aguirre y Jagoba Arrasate. Dígame algo de cada uno.
-Buff. No puedo decir nada malo de ninguno. Son muy diferentes. Vicente es trabajo, obsesión por el rendimiento y aprendí una barbaridad. Creo que es el entrenador con el que más he aprendido en toda mi carrera deportiva. Conceptos tácticos, cómo trabaja, cómo analiza al rival... Una pasada. Después con Luis me quedo con ese cariño, el trato tanto suyo como del cuerpo técnico es increíble y esa alegría que transmite fuera del campo también la tienen sus equipos que son alegres. Es caliente, pero es un tío 10 de los que no hay en el fútbol. Además de entrenador es muy buen tío. Con Javier me reí tanto, el día a día es tan fácil con él y nos ha sacado tanto rendimiento a todos que siempre le estaré agradecido. Y Jagoba, qué te voy a decir. Si te dije que era buena gente Luis... Es el más calmado pero cuando habla y cuando tiene que decir algo es super directo. Es un tío 10. Su manera de pensar y de hacer me acerca mucho a él. Tiene una ilusión enorme que transmite cada día, tanto él como su cuerpo técnico, y nos está haciendo disfrutar de un año impresionante.
-Raíllo, Valjent, Abdón y usted merecen una estatua. Son los supervivientes de aquel primer año en Segunda tras el ascenso de Segunda B.
-Sí, somos los cuatro mosqueteros. Nos conocemos muchísimo. Sabemos cuando uno está enfadado, cuando hablarle a uno o no... compartimos capitanía, hablamos mucho y somos parte de que este grupo sea tan bueno. Es difícil mantener la esencia de aquel primer año porque en Primera es más difícil que en Segunda pero cuando se descarrila una oveja ahí estamos nosotros cuatro para meterle de nuevo.
-El tema arbitral parece que se está saliendo de madre en las últimas semanas.
-Lo comenté el otro día que como jugadores y como club tenemos que ayudar al colectivo arbitral para que sea mejor y no a coaccionarlos. Hay que ayudarlos entre todos. Los tres grandes de nuestra liga no deberían quejarse.
-Nunca ha sido expulsado ni un Primera ni en Segunda
-No, toco madera y espero que siga igual.
-Ya ha pasado más de un mes del tema de Arabia y todo lo sucedido. Lo primero es cómo está su mujer, que fue una de las víctimas, y si echaste de menos más apoyo de la RFEF sobre los incidentes.
-Bien, todo bien. Mas calmado todo. Ya le dije que no íbamos a cambiar el mundo, pero al menos que ella se expresara, que dijese los sentimientos que tenía y yo apoyarla en todo lo que ha pasado, en todo lo que ella necesitase. La RFEF no nos apoyó en ningún momento. Se lo dije a Cris que cuando hay intereses detrás que valen 40 millones de euros nosotros no vamos a conseguir nada.
-Una pena que nos quedara ese regusto amargo de algo que tenía que haber sido especial para todos.
-Una pena, me pongo en la piel de los niños y cuando le pregunto algo de la Supercopa me dicen que ese estadio no les gustó nada. Yo convencí a mi mujer y a los niños para que fueran porque siendo honestos será la única Supercopa que jugará su padre y que se queden con ese recuerdo...
El dato
Una Comida. El chuletón.
Una bebida. Agua con gas
Un hobby. Cocinar
Una manía. Muchas, tengo muchas.
Un vicio. Tomar el sol
De no haber sido futbolista. Sería algo relacionado con la Psicología Deportiva
El peor momento de su vida. Cualquier muerte de un familiar.
Y el mejor. El nacimiento de mis hijos.
Cuanto emplea el móvil. Menos de una hora. En ese sentido soy una especie de extinción.
Una serie. Juego de Tronos.
Un ídolo. De pequeño Laudrup y de mayor Luka Modric.
Otro deporte. Me gusta practicar todos los deportes y sobre todo ganar a mis hijos a cualquiera de ellos.
Un consejo. Humildad y trabajo.
A quién le gustaría conocer. Qué buena pregunta... a Cristiano Ronaldo.
Un sueño. Ver a mis hijos triunfar.
Una ciudad. Betanzos
Si tuviera una varita mágica que quitaría de la sociedad. La política. Todos los políticos, fuera.
Un deseo. Salud y en el aspecto deportivo meternos en Europa para disfrutar de otro sueño hecho realidad.