El Real Mallorca ha decidido dejarse el bigote unas cuantas temporadas más. El club balear anunciaba este martes la renovación de Abdón Prats, que amplía su contrato con la entidad hasta el 2028 para seguir redactando su propia leyenda desde el césped de Son Moix.
Abdón, que en menos de un mes cumplirá 32 años, es el futbolista más icónico de la plantilla actual entre la afición. Su carisma en la grada y sus goles imposibles le han convertido en todo un símbolo para la hinchada. Un jugador diferente que recientemente superaba la barrera de los 250 partidos oficiales con el Mallorca entre Primera, Segunda, Segunda B y Copa del Rey en los que ha marcado 54 tantos. La temporada pasada fue seguramente la más impactante de su carrera. Firmó su mejor marca goleadora en la máxima categoría (6 goles) y fue subcampeón de una Copa del Rey en la que, pese a no jugar la final, terminó uno siendo uno de sus máximos artilleros.
«Estoy muy feliz. La verdad es que es un momento que representa un paso más hacia mi objetivo, que es colgar las botas aquí en el Mallorca, ayudar a todos los jóvenes que suben desde la cantera… Y estoy con muchas ganas de seguir aportando al club de mi vida toda mi experiencia para que siga creciendo, que creo que se está viendo que lo está haciendo», aseguraba el delantero en unas declaraciones difundidas por el club bermellón.
En lo que va de temporada Abdón Prats ha participado en una decena de encuentros a las órdenes de Jagoba Arrasate en los que ha sido titular en uno de ellos. Fue contra la Real Sociedad, un partido que resolvió él mismo anotando desde el punto de penalti el único gol que suma en este inicio de curso.
La ampliación de contrato de Abdón se produce menos de un año después de que se concretara la anterior, que fue anunciada por el Mallorca el 27 de noviembre del año pasado y que abarcaba hasta 2026. En menos de doce meses, el delantero de Artà ha visto extendida la relación con el club de su vida en cuatro campañas. El bigote más famoso del fútbol español y autor de los tantos más señalados del mallorquinismo moderno seguirá vistiendo de rojo. Hay Dimoni para rato.