El delantero del Real Mallorca Vedat Muriqi ha confesado que vio la acción de la segunda tarjeta amarilla en el descanso y le pareció «merecida» la expulsión de su compañero Samú Costa.
«Tenemos que ser honestos, vi que no era nada fuera y en el vestuario vi que era merecida, conocemos todos a Juan (Martínez Munuera) y tiene experiencia, cosas que pueden pasar y nos ha tocado a nosotros, mantenemos la alegría y repetiré mil veces el orgullo», confesó el atacante.
«Estoy cansadísimo pero ha valido la pena, muy orgulloso de mí mismo y mis compañeros, nuestra gente nos ha apoyado 90 minutos jugando 70 con uno menos, estamos desconectados totalmente y hemos ganado un punto contra un Bilbao muy fuerte. Orgulloso, cabeza alta y a trabajar por la próxima», indicó el kosovar.
«Eso era muy importante, no dejar espacios ni para Nico ni para Iñaki y hemos hecho un trabajo de locos, solo queda trabajar porque esta gente lo merece», sentenció sobre el trabajo defensivo después de la expulsión.