A unas horas de dirigir uno de sus partidos más importantes como entrenador del Real Mallorca, Javier Aguirre parece más tranquilo que nunca. Sabe el entrenador mexicano que la Copa de Rey está siendo un regalo para él y para sus futbolistas y quiere saborearlo como merece, sin prisas y sin atragantarse. El técnico, que ya disputó una final en 2005, cuando dirigía a Osasuna, admite que lo que vive estos días en Palma le recuerda mucho a aquello y espera repetirlo, al menos en parte. «En aquella ocasión tampoco éramos favoritos y, por muchas razones, hay muchos símiles con aquello. El ambiente exterior es muy parecido. Hay una bonita historia detrás y ojalá tenga final feliz», reflexionaba este lunes desde la sala de prensa de Son Bibiloni.
Ante más periodistas que de costumbre, en un tono siempre muy distendido y sin perder en ningún momento la sonrisa, Aguirre ha analizado con optimismo el gran partido de este martes en el Reale Arena. «Creo que llegamos en un buen momento anímico, físico y futbolístico», señalaba el Vasco, que asegura que no ha preparado nada especial, ni en la pizarra ni en el discurso que va a dirigir a sus jugadores. «No hemos preparado nada porque en la Copa hemos ido creciendo poco a poco, aunque está claro que es un partido muy importante para mí, para los jugadores y para el club. El equipo está tranquilo, muy tranquilo. No éramos favoritos desde el principio ni entrábamos en las quinielas iniciales. No necesito preparar nada especial. Soy muy perceptivo y los veo tan relajados que no voy a tocar nada», insistía. «Me daría mucho gusto clasificarnos para la final, sería una manera de agradecer el gesto que tuvo el Mallorca conmigo al ficharme y me gustaría darle al club una alegría. En la calle noto el cariño de la gente y espero que por lo menos que se sientan orgullosos de nosotros. Está todo dicho, todo hablado. Tenemos mucha ilusión y estamos preparados».
Aguirre es consciente de que tendrá delante a uno de los mejores equipos del fútbol español y a un rival que le ha superado en casi todos sus enfrentamientos directos: la Real Sociedad. «Los duelos previos sirven de mucho porque se repiten patrones y porque no hemos podido con ellos», comentaba el entrenador bermellón. «Tienen a Take (Kubo), que está muy bien. Pero no menos importante es Barrene y luego Brais Mendez, Mikel Merino o Oyarzabal, si vuelve. Sin olvidar a Sadiq o André Silva, porque arriba tienen un potencial bárbaro. Atrás tienen a gente de la casa y Javi Galán que vino a ayudarles. Ha mezclado muy bien cantera con fichajes de fuera. Pero lo mejor que tienen es Imanol Alguacil», destacaba. «Lo que genera este hombre, lo que transmite, el aficionado que lleva dentro y el amor a sus colores, es fantástico. Es un referente. Espero ganarle, a ver si de una vez por todas se nos da».
El Mallorca, que afrontará el partido con el eslovaco Dominik Greif bajo el larguero, solo tiene la baja por lesión de Pablo Maffeo. El equipo viajará este mismo lunes por la tarde a San Sebastián en un vuelo chárter y se espera que la afición acuda a despedir a los futbolistas al estadio de Son Moix antes de poner rumbo al aeropuerto.