Hay derrotas que duelen porque dejan en nada un esfuerzo titánico como el que hizo el Real Mallorca jugando toda la segunda parte con uno menos. Raíllo vio la doble amarilla antes del descanso y el equipo pagó el esfuerzo al final con un error de concentración que costó un punto. El tanto inicial de Antonio Sánchez a los tres minutos lo equilibró Take Kubo en el 37 y Merino, ya en el descuento, hundió definitivamente a los rojillos situando el 1 a 2 en el marcador. Si embargo, el encuentro estuvo marcado por la expulsión del capitán, que no midió los gestos que hacía ante un colegiado poco dado a la interpretación y que desenfunda muy fácil. No midió Antonio, pero tampoco González Fuertes que no pensó en el enorme castigo que suponía dejar a un equipo con diez por tan poco motivo. Un simple aplauso que interpretó que era para él cuando enseño amarilla a Raíllo por un codazo sin consecuencias físicas a Sadiq. Ahí se rompió un encuentro que empezó a las mil maravillas.
En la primera parte no pudieron empezar mejor las cosas. Ni el mejor guionista habría escrito un inicio de historia mejor con gol incluido y situando el partido donde más le gusta al Mallorca, por delante en el marcador y a verlas venir
Pocas veces en los primeros instantes las cosas se ponen tan de cara. Es cierto que el equipo rojillo salió con la idea clara de inclinar el campo a su favor, pero pocas veces ese plan tiene un resultado tan magnífico. En el primer acercamiento el equipo bermellón disfruta de un saque de banda que lanza Valjent y prolonga con el muslo Larin. El esférico llegó a la frontal del área para que Antonio Sánchez, sin pensárselo dos veces, lanzara un zurdazo magnífico que sorprendió a Remiro. Uno a cero casi casi saliendo del vestuario.
El marcador obligaba a la Real a proponer cosas y el Mallorca se situaba en ese escenario de ver venir al rival y matar al a contra. A los once minutos Zubimendi golpeó desde el interior del área y se encontró con una reacción magnífica de Rajkovic, que envió el balón a corner.
Resultaba evidente que la Real no pondría las cosas fáciles. Pero el encuentro entró en una fase donde no pasaban grandes cosas. La incertidumbre en el marcador sostenía la emoción, pero el fútbol no era especialmente llamativo. Ya le iba bien al Mallorca. Superada la media hora Dani Rodríguez casi marca el gol de la temporada. En uno de esos fogonazos que el Mallorca suele dar, el de Betanzos agarró un balón en la frontal y lanzó un disparo envenenado que casi termina en gol. Hubiera sido el gol casi del año si ese abanico que dibujó el balón llega a meterse por la escuadra.
Sin embargo, la respuesta de la Real llegó en forma de gol. Muriqi, en su intención de proteger un balón en la línea de medios, pierde la pelota y pese a reclamar falta el colegiado dejó seguir. El esférico llegó a los pies de Take, que obligó poco a poco a Nastasic a retrasarse y cuando el japonés vio espacio lanzó un disparo raso y fuerte al que no pudo reaccionar como quisiera Rajkovic. El balón besó sus guantes, pero la pelota se metió en el interior de su portería. Empate a uno a los 37 minutos.
Y a partir de ahí el caos. Superado el minuto 45 Sadiq comete falta sobre Raíllo. El capitán se levanta y saca a pasear el codo de forma innecesaria. El colegiado, que siempre espera situaciones de estas para meter en líos al equipo más débil, saca amarilla. La respuesta de Antonio fue aplaudir y el colegiado interpretó que era falta de consideración y le expulsó. En cualquier caso el cordobés podría haberse ahorrado esa acción conociendo cómo se las gasta González Fuertes. Bronca y final del primer tiempo con empate a uno y un jugador menos todo el segundo periodo. El magnífico guion del principio tuvo un giro radical antes del intermedio.
En la segunda mitad el Mallorca llevó a cabo un ejercicio de resistencia que rozaba la épica. Fueron 45 minutos remando en contra porque jugar con uno menos llega a pasar factura física y mental. Las oportunidades, las pocas que hubo, fueron para la Real en disparos de Barrene en dos ocasiones, Take y finalmente Merino a los 92 minutos. El jugador donostiarra se levantó entre Samú y Lato para rematar un centro de Turrientes envenenado al interior del área. Fue una derrota cruel motivada por errores propios y otra vez por un arbitraje deplorable.
Ficha técnica
Mallorca: Rajkovic; Gio González, Valjent, Raíllo, Nastasic, Jaume Costa (Toni Lato, min. 79); Antonio Sánchez (Morlanes, min. 64), Samu Costa, Dani Rodríguez (Sergi Darder, min. 79); Muriqi y Larin (Abdón Prats, min. 64).
Real Sociedad: Remiro; Traoré, Zubeldia (André Silva, min. 64), Le Normand, Javi Galán; Brais Méndez (Turrientes, min. 73), Zubimendi, Merino, Zakharyan (Pacheco, min. 64); Take y Sadiq (Barrenetxea, min. 64).
Goles: 1-0, min. 3: Antonio Sánchez; 1-1, min. 37 Kubo; 1-2, min. 92: Merino.
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Amonestó a Antonio Sánchez (min. 30); Le Normand (min. 40); Rajkovic (min. 46); Zubeldia (min. 61); Pacheco (min. 77); Nastasic (min. 81); Samu Costa (min. 90); Mikel Merino, min. 95); Turrientes (min. 95 ). Expulsó a Antonio Raillo por doble tarjeta amarilla (mins. 48 y 49 del primer tiempo).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima quinta jornada de LaLiga disputado en el estadio Son Moix ante 18.153 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Bartolomé Beltrán, ex presidente del Mallorca. Presenció el partido Lionel Scaloni, entrenador de la selección argentina de fútbol.