El Mallorca derrotó (2-1) al Rayo Vallecano en Son Moix en otro duelo para olvidar. El gol de Muriqi, con el tiempo ya cumplido, enloqueció al estadio, que celebró la victoria con fiesta y cánticos. El conjunto de Javier Aguirre sumó su cuarta victoria de la temporada y deja ahora las posiciones de descenso a seis puntos. La permanencia es el gran objetivo y es suficiente encontrar tres equipos peores para continuar un año más en Primera. Y parece evidente que Almería, Granada y Cádiz están condenados.
El mexicano ofreció minutos a Muriqi, que recuperó la titularidad tras su prolongada ausencia. El delantero kosovar estuvo desasistido, aislado y nada pudo hacer. El primer tiempo fue una infamia, con imprecisiones y entregas al rival. Isi Palazón contó con la oportunidad más clara, pero no acertó en el remate cuando se encontraba completamente solo.
Mallorca necesitaba cambiar y mejorar sustancialmente en su juego. Aguirre arriesgó y dio entrada tras el descanso a Abdón Prats en sustitución de Nacho Vidal. El equipo pasó a jugar con cuatro defensas y dos hombres en ataque y el partido varió de forma inmediata. Antonio Sánchez, cuando solo se habían disputado tres minutos, inauguró el marcador. El partido era otro y el Mallorca jugó sus mejores minutos. El entrenador del Rayo, con el marcador en contra, buscó soluciones y no tardó en introducir cambios. El conjunto madrileño buscaba la reacción y Álvaro García igualó el partido. El equipo de Francisco no daba por bueno el empate y buscó el gol del triunfo. Pero Muriqi, con el tiempo cumplido y con un certero remate de cabeza, puso en ventaja al Mallorca, que sumó así tres puntos de oro.