Pasan las jornadas y la sociedad Kang In Lee-Muriqi sigue generando dividendos en Son Moix. Un gol del kosovar a centro del coreano en el segundo tiempo le daba este jueves otra costosa victoria al Real Mallorca que, además de encerrar al Valencia en el laberinto lleno de barro en el que se ha convertido la zona profunda de la clasificación, mantiene todavía abiertas las puertas de Europa para el conjunto balear. Los bermellones guardan 47 puntos en la hucha a falta de dos encuentros para que caiga el telón de la temporada y se pueden conceder una última licencia: seguir fantaseando con renovar el pasaporte (1-0).
En la sinopsis del partido bastaría con destacar que el Mallorca está pidiendo a gritos unas vacaciones. Las necesita el equipo de Javier Aguirre, que se ha ganado presenciar, desde lejos y con un enorme bol de palomitas sobre las rodillas, cómo se quema la parte baja de la clasificación mientras un puñado de equipos luchan por huir de ella. Sin embargo, las etapas finales del camino se le hacen bola y están resultando algo dolorosas. Para la vista del espectador y, en cierto modo, para la propia imagen del equipo. Lo fue en Almería, en la primera actuación nada más descorchar el cava, y estaba a punto de serlo contra el Valencia, en un partido que parecía diseñado para divertirse pero que en su primera parte era un completo suplicio bajo la lluvia.
Sin nada de presión, aunque también con muchas bajas, el Mallorca ya se presentaba con un aspecto extraño. Había advertido un día antes el propio Aguirre, quizás intentando que nadie se asustara, que no veía bien al equipo. Una percepción agudizada en la pizarra del técnico, que mantenía a Maffeo como carrilero diestro y colocaba el parche más extraño posible sobre el izquierdo: Kang In Lee. El coreano, motivado por encararse a sus orígenes en la que se supone que iba ser su penúltima función en Son Moix, se evaporaba pegado a la banda y veía pronto una amarilla que le impedirá estar el domingo en el Camp Nou, aunque asegura su concurso el día de la despedida contra el Rayo Vallecano. El encuentro, plano como una tabla de planchar y más bien justo de adornos, se quedaba sin una de sus grandes atracciones durante todo el primer acto. En cualquier caso, si un equipo podía permitirse tirar media tarde a la papelera era el Mallorca. El Valencia, acampado junto a las brasas pero con la posibilidad de ponerse a salvo del todo y ahorrarse dos jornadas asfixiantes (ganando en Son Moix aseguraba la permanencia de forma matemática), tampoco parecía muy preocupado. Ni mordía ni asustaba. Casi ni amenazaba.
Aguirre aprovechaba el descanso para arreglar parte de la avería con la entrada de Jaume Costa (arrastraba problemas físicos), que pasaba a ocupar el flanco zurdo y liberaba a Kang In Lee de sus obligaciones junto a la línea de cal. Un pequeño ajuste que cambiaba la cara del Mallorca y metía en la cueva al Valencia. El coreano se desmelenaba y desmelenaba a sus compañeros. Y en menos de veinte minutos le daba a Muriqi otra asistencia de las suyas. El kosovar se colaba entre los poros de la defensa visitante y cabeceaba a placer el envío del asiático para ponerle el sello a su gol número catorce.
El Valencia solo despertaba al verse contra las cuerdas. Consciente de que estaba desaprovechando una oportunidad enorme y de que se acercaba a un fin de semana de agonía, Rubén Baraja volcaba sobre la hierba toda su pólvora en busca de un punto que a estas alturas cotiza a precio de diamante. Pero cuando se lanzó de verdad a buscarlo se topaba con Rajkovic, autor de una parada maravillosa a disparo de Justin Kluivert, incorporado para las embestidas finales junto al uruguayo Edinson Cavani. A su equipo se le había hecho de noche. Se había quedado sin tiempo ni espacio el Valencia, que deberá pelear por su propia supervivencia en medio de un peligroso oleaje mientras el Mallorca, aunque sea de manera suave, puede seguir soñando. Porque a la espera de que se confirme la renovación de Javier Aguirre, el cuadro de Son Moix continúa apilando buenos resultados y victorias en el armario.
Ficha técnica:
1 - Real Mallorca: Rajkovic; Maffeo, Valjent, Hadzikadunic (Morlanes, m.76), Copete, Tino Kadewere (Abdón, m.65); Baba, Dani Rodríguez (Gayà, m.83), Amath (Jaume Costa, m.46), Kang In Lee (Antonio Sánchez, m.83) y Muriqi.
0 - Valencia: Mamardashvili; Thierry (Foulquier, m.83), Diakhaby, Paulista, Gayá; Nico (Kluivert, m.66), Javier Guerra; Diego López (Samu Castillejo, m.66), André Almeida, Samuel Lino (Alberto Marí, m.75); Hugo Duro (Cavani, m.75).
Gol: 1-0, Muriqi, m.64.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité canario). Amonestó a Kadewere, Kang In Lee, Dani Rodríguez y Antonio Sánchez por parte del Mallorca y a Cavani y Alberto Marí del Valencia.
VAR: González González (Comité castellano-leonés).
Incidencias: 14.631 espectadores en Son Moix.