El Real Mallorca vuelve a echar el freno. El equipo de Aguirre pierde por la mínima en el Sadar ante Osasuna y deja en nada la reacción de la pasada jornada tras superar al Valladolid. El gol de Aimar Oroz nada más arrancar el segundo tiempo fue una losa imposible de superar para un equipo, el balear, impotente en el área rival y carente de pegada.
La primera parte no se sostuvo. No al menos desde el punto de vista de un espectador neutral. Otra cosa es verlo con la pasión que pueden observar un partido seguidores de uno u otro equipo donde siempre existe la ilusión de que en un saque de esquina o de tiro de falta ocurra algo. Pero ni por esas. El primer acto fue simple culto al tedio también conocido como ese de ‘futbol control'. Traducido. Un tostonazo de primera.
El orden del Mallorca resguardando a Rajkovic se imponía a los ataques sin excesivo sentido de Osasuna. Los entrenadores se pasan días y horas viendo videos para al final enviar balones al área desde los laterales. Es lo trató de hacer en alguna ocasión Osasuna sin conseguir fruto alguno. Abde intentó alguna que otra bicicleta para la galería sin tener tampoco ningún tipo de repercusión en el juego. Se esperaba un partido parejo y así fue en el primer periodo. Parejo de malo. Muriqi era una Isla entre la defensa local y en general, pese a la voluntad de Grenier, se notó en exceso la baja de Galarreta, que es quien enciende la luz en la sala de máquinas. El francés no tiene sencillamente nivel para jugar en Primera. El Mallorca le está regalando una retirada de oro. Sin Galarreta todo hay que fiarlo a la fiereza de Dani Rodríguez o a la brillantez de Kang In Lee, pero ni uno mordía ni el otro brillaba. Cuando los jugadores decisivos dejan de serlo el partido es plano, dirigido en exceso y donde no cabe mucho espacio para la genialidad.
A la media hora una de las oportunidades más claras las tuvo Jaume Costa en un disparo desde el segundo palo que salió muy cruzado. Del resto del primer tiempo nada de nada. Lo mejor la llegada del descanso.
En este escenario todo era posible, pero el primer tiempo había dejado una lección: Osasuna tenía el balón y pese a no llegar tarde o temprano podía hacerlo. Y lo hizo. Y pronto. Nada más arrancar la segunda parte Aimar Oroz avanzó al conjunto navarro. El centrocampista finalizó de un disparo a bocajarro una acción asociativa del conjunto local que no encontró reacción por parte de la zaga mallorquinista. El goleador se encontró con el balón en la mejor posición posible para fusilar sin contemplaciones a Rajkovic. Uno a cero a los 47 minutos.
Como siempre ocurre en estos casos el Mallorca se da cuenta de que hay partido y de que tiene que reaccionar y empieza a jugar con más intención. Si hasta entonces pisaba lo justo el campo rival, ahora tenía la obligación de hacerlo con algo de criterio. Lo probó y tuvo el empate Baba en un disparo envenenado desde fuera del área que salió lamiendo la cepa del poste. Pudo ser perfectamente el empate a uno. El Mallorca por fin se dio cuenta de que había que dar un paso adelante y jugar a fútbol. Pero lo hizo sin mucho sentido y sin acierto. Solo un centro pasado de Amath al que no llegó Muriqi fue lo único noticiable en ataque para los mallorquinistas. Al final ni el cambio de sistema ni la entrada de Abdón, Amath, Antonio Sánchez y Angel resolvieron nada. Frenazo en seco.
-Ficha técnica
1 – Osasuna: Aitor Fernández; Diego Moreno (Unai García, m. 89), Aridane David García; Manu Sánchez; Torró; Chimy Ávila (Moncayola, m. 67), Aimar (Darko, m. 89), Moi Gómez; Abde (Rubén García, m. 67); Budimir (Kike García, m. 75).
0 – Mallorca: Rajkovic; Maffeo, Valjent, Raillo, Copete (Cufré, m. 72), Costa (Abdón, m. 72); Dani Rodríguez (Amath, m. 64); Baba (Sánchez, m. 84), Grenier; Muriqi, Lee Kang In (Ángel, m. 84).
Gol: Aimar 1-0 (m. 47).
Árbitro: César Soto Grado (Comité riojano), asistido por De Francisco Grijalba y Álvarez Fernández. El colegiado mostró amarilla a Chimy Ávila y Torró por parte de Osasuna. A Lee Kang-In, Grenier y Valjent por parte visitante.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga Santander disputado en El Sadar ante 19.887 espectadores.