Muriqi es el Mallorca y el Mallorca es Muriqi. Así lo señala la propia evolución de la Liga, que de camino al gran apagón ha consumido ya casi un tercio de la competición entre las celebraciones de gol del Pirata. Doce jornadas después, el internacional kosovar mantiene intacto el protagonismo que le ha acompañado desde su llegada. Sigue agujereando porterías, sigue tirando del carro en el que viaja el equipo y sigue instalado entre los mejores especialistas del campeonato. Con el que le endosó el pasado viernes a Benjamin Lecomte, portero del Espanyol, acumula ya seis de las diez dianas que ha marcado el equipo de Javier Aguirre y se arrima a las cifras con las que deslumbró a la elite europea hace solo unos años, cuando era jugador del Fenerbahce.
Señalado como el líder del proyecto desde que el club decidió echar el resto por su fichaje a finales de julio, Muriqi no ha pasado por debajo del radar desde entonces. Ni para sus rivales, que acostumbran a vigilarlo muy de cerca, ni para sus compañeros, que han encontrado en sus botas y su cabeza el salvoconducto más fiable para redondear el juego del equipo. Porque los tres primeros goles que metía en la cuenta son el fruto de tres testarazos —sus víctimas fueron el Betis, el Rayo y el Madrid—, los dos siguientes nacieron de un lanzamiento de penalti —Elche y Valencia— y el último, el único con la pierna que ha anotado hasta ahora con el balón en juego, de un remate acrobático a pocos centímetros de la línea de cal. Seis dianas de las que cuatro han arrastrado algún punto que le sirven, además, para mejorar los registros de la temporada pasada. Entonces se incorporó al vestuario con más de media temporada cubierta y acabó firmando cinco tantos que le situaron, junto a Salva Sevilla, como el máximo artillero de la plantilla.
En su carrera, Vedat Muriqi ha superado cuatro veces la barrera de los seis tantos que suma ahora, aunque siempre con la campaña completa y todas ellas mientras jugaba en Turquía. Tomando como referencia este punto del calendario, solo hay un curso en el que haya brillado más. Fue en el ejercicio 2019-20, el único que pasó en el Fernerbahce, en el que amontonaba siete goles después de doce encuentros de Süper Lig. Lo cerraría meses después con 17 tantos —15 en el campeonato regular y otros dos en la Copa turca— en 36 funciones. Un bagaje que cautivó a la Lazio, su última parada antes de recalar en Son Moix, que en plena pandemia abonó 20 millones de euros por su fichaje.
Productividad
En cualquier caso, ese curso en el Fenerbahce no fue el más productivo de Muriqi. Un año antes marcó 17 en la máxima categoría turca con el Caykur Rizespor, un cantidad que ya había alcanzado en la segunda categoría del país con el Giresunspor (2015-16).
En su primera campaña completa como jugador delMallorca amenaza con actualizarlo todo. Se ha convertido en el faro que más ilumina al equipo del centro del campo hacia adelante y aunque ya absorbe el 60% de la producción ofensiva, los datos podrían resultar aún más demoledores si no hubiera fallado el primer lanzamiento de penalti que tuvo en Elche y si no se hubiera perdido los encuentros contra el Sevilla y la Real Sociedad como consecuencia de la expulsión que sufrió, también, en el Martínez Valero. Pese a marcar y sostener al Mallorca, vivió frente al conjunto ilicitano su noche más oscura. Solo otros tres de sus compañeros han marcado para repartirse los cuatro goles bermellones que no llevan su sello: Kang In Lee, Raíllo y Maffeo. Mientras tanto, el Pirata solo ha participado en cuatro encuentros sin marcar: Athletic, Girona, Almería y Barcelona.
Ahora mismo, en los cuadros de honor solo hay tres futbolistas con mejor puntería que el delantero del Mallorca —Lewandowski (13 goles), Borja Iglesias (8) y Joselu (7)— y otros tres con los que comparte escalón en la lista de grandes artilleros: Fede Valverde, Vinicius y Iago Aspas. El kosovar aventaja a atacantes tan reconocidos como Antoine Griezmann, Karim Benzema, Álvaro Morata, Rodrygo o Edinson Cavani. Su próximo reto será superar los dígitos del último gran goleador que ha tenido el Mallorca en Primera, el croata Ante Budimir (13 goles). A partir de ahí, el Pirata deberá fijar nuevos horizontes.