El pasado noviembre un reportaje de la ESPN provocó un terremoto en la NBA y los Phoenix Suns que tuvo una réplica en la Isla. El máximo accionista del Real Mallorca, Robert Sarver, fue acusado de conductas y actuaciones misóginas y racistas al frente de la franquicia de Arizona, lo que derivó en una investigación de la mejor liga de baloncesto del mundo. El empresario ha defendido su correcta actuación por activa y por pasiva y sus socios en la cúpula de la SAD balear se confiesan tranquilos sobre los efectos que pueda tener un caso que sigue bajo estudio en Estados Unidos.
«La investigación sigue abierta y no puedo decir mucho. Pero soy optimista y espero que pronto se produzca una resolución satisfactoria. Robert (Sarver) sigue toda la actualidad del Mallorca, hablamos por teléfono prácticamente a diario y está muy encima del club», ha asegurado el presidente del Real Mallorca, Andy Kohlberg, en la entrevista concedida a este medio. La entidad bermellona se ha desmarcado en buena medida de la polémica suscitadas en Estados Unidos, aunque tanto técnicos como futbolistas siempre han expresado la buena relación mantenida hasta la fecha con el propietario del club.
Andy Kohlberg no dudó en salir al paso de forma inmediata a las acusaciones que sufría Sarver y meses después, tras observar desde la distancia las evoluciones de la investigación, se confiesa «optimista». Confía en una resolución satisfactoria en un proceso que ya ha supuesto contratiempos al máximo accionista bermellón que no han afectado a la entidad isleña.