El Real Mallorca se enfrenta este domingo a Osasuna en El Sadar en la última jornada de liga en Primera División en una verdadera final por la permanencia. Los hombres de Javier Aguirre dependen de sí mismos en el último episodio del campeonato para alcanzar su objetivo sin necesidad de estar pendientes de lo que suceda en el partido que enfrenta al Alavés y al Cádiz en Mendizorroza. La victoria asegura la salvación de los bermellones, que se las verán con un rival sin urgencias después de haber cumplido con nota a lo largo de la temporada.
El Mallorca, que se encuentra en Pamplona desde el sábado con el presidente Andy Kohlberg al frente de la expedición, cuenta con todos sus hombres disponibles a excepción del guardameta Dominik Greiff y tratará de ofrecer su mejor versión a domicilio. Sus registros como visitante no invitan precisamente al optimismo, pero los condicionantes del choque exigen de un paso al frente para conseguir un triunfo por el que empujarán miles de aficionados desde la Isla y cerca de un millar de seguidores desde las gradas de El Sadar.