De camino al Camp Nou, el Mallorca quiere ponerle un candado a la mochila con la que viaja. El equipo bermellón, que se acerca a un estadio en llamas —el Barcelona, su próximo rival, ha perdido los tres últimos partidos que ha jugado en casa— es ahora mismo el forastero más frágil de toda la Liga y el que más tiempo suma sin llevarse nada a la boca. Desde que se impuso al Atlético de Madrid en el Metropolitano (4 de diciembre), todavía con Luis García Plaza en el banquillo, la escuadra balear no ha vuelto cosechar nada en sus desplazamientos. En total, casi cinco meses de sequía a domicilio en los que ha ido enlanzando revolcones hasta acumular ocho derrotas consecutivas.
Solo el Alavés, colista del campeonato, ha facturado menos que el Mallorca como visitante. Con solo seis puntos en 17 encuentros lejos de Mendizorroza, los vitorianos también son los peores foráneos de la categoría sin estar demasiado lejos de los isleños en esa clasificación parcial. El cuadro insular ha recolectado ocho puntos en 16 partidos, pero todos en el año 2021 y en la primera vuelta de la competición. Se impuso en su primera salida, precisamente al campo del Alavés (0-1) y empaquetó dos empates en Mestalla (2-2) y el Nuevo Mirandilla de Cádiz (1-1) antes de sorprender al Atlético durante el puente de la Constitución. El paso por el centro de operaciones rojiblanco marcó un punto de inflexión en ese sentido: tras una victoria de prestigio en el campo del campeón ha perdido contra Granada (4-1), Levante (2-0), Villarreal (3-0), Betis (2-1), Celta (4-3), Espanyol (1-0), Getafe (1-0) y Elche (3-0). Toda su producción se ha limitado a Son Moix.
Este fin de semana el Mallorca volverá a subirse a un avión para actuar en campo contrario. Ni más ni menos que en el Camp Nou, un escenario icónico que ha sido profanado las tres últimas veces que ha abierto sus puertas —Eintracht, Cádiz y Rayo—, pero que el cuadro bermellón solo ha conquistado en tres ocasiones en su historia. La última en 2008. El rendimiento del Mallorca como forastero se ha resentido tanto que en sus tres últimos choques ni siquiera ha marcado. El último gol que ha celebrado tras los muros de Son Moix es el que marcó de penalti Salva Sevilla en Balaídos, el 6 de marzo. La trayectoria de los baleares también deja otro dato curioso: el equipo no ha registrado ningún empate, ni en casa ni fuera, desde el 20 de diciembre.