El Real Mallorca cambia el chip. El conjunto balear, al que últimamente no le terminan de salir bien las cosas en el campeonato de Primera División y que este fin de semana firmó un empate ante el Getafe, se va a zambullir este miércoles en una nueva entrega de la Copa del Rey. En esta primera ronda le espera un rival metido en problemas y al que tampoco le sobra nada: la Gimnástica Segoviana que milita en el Grupo I de la Segunda RFEF.
El primer adversario del Real Mallorca en la competición, rompió este domingo la racha de derrotas que arrastraba —acumulaba cinco consecutivas—, pero enlazó una nueva jornada sin ganar y, como los baleares, ya lleva siete sin hacerlo. El equipo dirigido por Manu González visitaba el estadio municipal de Espiñedo para enfrentarse a domicilio al Arenteiro, un oponente de su misma estatura que empezó adelantándose en el primer tiempo por medio del brasileño Renan Zanelli. Sin embargo, los segovianos salían muy enchufados tras el descanso y empataban a los dos minutos de la reanudación gracias a un gran disparo de Nogueira después de jugada de Szymanowski.
El futbolista argentino, que era titular por segunda semana consecutiva, está alcanzando su mejor estado forma y fue uno de los más acertados de su equipo con llegadas a línea de fondo y envíos peligrosos, sobre todo en las acciones a a balón parado. La Gimnástica Segoviana, que no gana un partido desde el 10 de octubre, recibirá el miércoles al Real Mallorca (La Albuera, 19.00 horas) con la ilusión de salir del laberinto a costa de un oponente de Primera.