Luis García Plaza, entrenador del Mallorca, asegura que su equipo está preparado y mentalizado para poner fin a esa tendencia que le ha llevado a perder hasta seis puntos en los minutos finales de sus encuentros. «Cuando te igualan es porque llegamos con ventaja, que al final es una buena señal, pero nos hemos propuesto el reto de que no pase más. El equipo va a dar un paso adelante en eso y estoy convencido de que lo vamos a hacer», destacaba este viernes el técnico madrileño durante una rueda de prensa en la que el club balear ha especificado que no se iban a hacer comentarios sobre las acusaciones de racismo y misoginia a las que se enfrenta Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns y máximo accionista de la SAD isleña.
El Mallorca, que este fin de semana recibirá en su centro de operaciones al Elche (domingo, 18.30 horas), seguirá arrastrando las bajas de los lesionados Antonio Raíllo y Take Kubo, a las que se une la del sancionado Aleksandar Sedlar. Además, Luis García Plaza tiene las dudas del delantero estadounidense Matthew Hoppe, con una sobrecarga, y Dani Rodríguez, dolorido aún por la entrada que sufrió en Cádiz por parte de Iza Carcelén. «Creo que va a llegar», anuncia el técnico acerca del centrocampista gallego. «Ha entrenado limitado y justito y recibió un golpe importante, aunque creo que no va a haber problema. En el caso de Hoppe, ahora mismo es más que no que que sí».
Luis García espera un encuentro complicado pese a que el Elche vive por debajo del Mallorca en la clasificación. «Es un buen equipo», afirma. «Y arriba tiene un poder muy grande, con gente como los Lucas (Pérez y Boyé), el Pipa (Benedetto)... Es un muy buen equipo. Tiene gol y a veces no necesita jugar bien para hacerlos. Son muy ordenados y nos van a exigir dar lo mejor. Pero si sumamos 17 puntos tendríamos una media increíble y ganando daríamos un paso adelante. Porque todos esos puntos que hemos perdido ya no vuelven».
A Luis García tampoco le preocupa esa sanción que le obligará a ver desde la grada los dos próximos partidos del Mallorca. «Me gusta que tanto el árbitro como yo coincidamos en lo que dije, aunque fuera a otra persona. Valoraron que es expulsión y hay que aceptarlo, nada más. Es una pena no poder estar con el equipo, pero ya está. No hay que darle más vueltas. Son los que mandan y hay que aceptarlo. Luego estuve hablando con ellos en tono de concordia. En estos dos encuentros estará ahí abajo Pedro (Rostoll) y llevamos tantos años juntos que es como mi extensión. Creo que fue una expulsión demasiado rigurosa pero solo puedo aceptarla e intentar que no me vuelva a pasar», comentaba un técnico que no espera que Dani Rodríguez no sea sancionado por el tuit en el que criticaba el arbitraje de Cádiz: «No pone nada de los árbitros. Recibe una patada muy dura que le podía haber causado una lesión muy grave y, en este caso, creo que no se le puede sancionar».
Sobre las protestas que prepara la afición del Mallorca para el domingo, el entrenador bermellón las apoya, aunque matiza que la labor arbitral le parece especialmente compleja. «Lo que haga mi afición lo respaldaré. Se merecen todas mis felicitaciones y nos están ayudando muchísimo. Y con respecto a los árbitros, me pongo en su piel. Se pueden equivocar y a veces se equivocan. Todos tenemos que aceptar eso, empezando por ellos mismos. La presión que tiene a veces es brutal».