El Mallorca destapa el mes de noviembre en busca de alivio. Sin tiempo para reponerse de su intensa batalla frente a Osasuna y con las heridas que le provocó el Leganés todavía marcadas en el rostro, el cuadro bermellón necesita aplicarse una dosis de oxígeno para darle sentido a una semana fundamental en la que no ha podido recolectar casi nada.
El conjunto de Vicente Moreno, que en principio recurrirá a las rotaciones para reducir el impacto de los últimos encuentros, visita esta vez el campo de un Valladolid algo más descansado y situado a tiro de piedra en la clasificación.
Instalado al final de una franja estratégica del calendario, al Mallorca se le ha vuelto a hacer de noche en las últimas jornadas. Además de los puntos, básicos para permanecer fuera de la zona de conflicto, poco o nada queda ya de esas victorias sobre Espanyol y Real Madrid que colocaron al equipo a otro nivel frente a los ojos del resto de la Liga. Desde ese momento, el conjunto rojinegro apenas ha vuelto a llenar el granero.