El futuro de Vicente Moreno Peris lleva tiempo siendo materia reservada. Cada vez que el técnico del Real Mallorca ha sido requerido por este asunto, sus evasivas —siempre elegantes— han sido constantes. La temperatura de la competición ha sido un refugio extraordinario para el preparador valenciano, que en público siempre ha restado trascendencia a cualquier aspecto referido a su puesto de trabajo.
A excepción de Maheta Molango, que en una reciente entrevista concedida a Canal 4 garantizó la continuidad de Vicente Moreno la próxima temporada —su contrato con el club balear expira en junio de 2020—, nadie se ha atrevido a ser tan categórico. «Mi futuro no es importante en estos momentos», repite una y otra vez Vicente Moreno cada vez que es preguntado por su horizonte.
Arquitecto del reciente ascenso a Segunda, con Vicente Moreno al frente de las operaciones el Real Mallorca también ha recuperado credibilidad y un nivel competitivo que llevaba tiempo enterrado. La actual pujanza del conjunto bermellón está íntimamente ligada a la figura del gestor del grupo, que ha hecho de la exigencia la principal seña de identidad de su equipo.
Teledeporte difundió este martes el interés del Villarreal por contratar a Vicente Moreno, un rumor que llevaba tiempo circulando alrededor de Son Moix y que durante las últimas horas ha adquirido categoría de noticia. Metido en el fango, el Submarino amarillo lleva jornadas luchando por salir del fango y evitar el descenso, aunque según las informaciones que ha difundido la cadena, la apuesta de la dirección deportiva del Villarreal por Vicente Moreno es incondicional, es decir, es el candidato para entrenar en Primera y también en Segunda...
Aunque es improbable que Moreno altere su discurso con el Mallorca enfrascado en la carrera por alcanzar el playoff de ascenso y en los próximos días ofrezca alguna pista sobre su próxima estación, es una evidencia que todo parece girar en torno al proyecto. Si Robert Sarver y Andy Kohlberg quieren prolongar el ciclo del Massanasero deberán entregarle un equipo que, de salida, sea uno de los candidatos al ascenso. Y eso, inevitablemente, pasa por elevar el límite salarial.
Durante el mercado de invierno, en las oficinas de Son Bibiloni se registraron episodios de cierta tensión. Con el equipo sorpresivamente acomodado entre los mejores del torneo, a Vicente Moreno le costó asumir que el club no realizara un esfuerzo para elevar el nivel del plantel e intentara regresar de verdad a la tierra prometida.
A Moreno nunca le sedujo la llegada de Nikola Stojiljkovic, que difícilmente proporcionaría rendimiento inmediato, aunque se mostró entusiasmado con Leo Suárez y complacido con Ante Budimir. Eso si, la presión que ejerció —casi a diario— el entrenador resultaron determinantes. ¿Su futuro? Simplemente, en manos de Sarver.