Joan Munar no olvidará con facilidad el Meeting Internacional de Túnez. El atleta paralímpico mallorquín afrontaba con ilusión la prueba internacional que acogía el país norteafricano, pero pasó por una auténtica odisea por el trato «irrespetuoso» hacia su perro guía Cayden, al que no dejaron acceder a ningún hotel -ni siquiera a los que había puesto a disposición el propio Comité Paralímpico-, que le obligaron a abandonar el país sin competir y a recurrir a la embajada española por los problemas que surgieron en el aeropuerto a la hora de regresar a España.
El propio Joan Munar, medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de París 2024, explicaba a este periódico su desagradable experiencia. «El tema es que la legislación de allí sí que permite el acceso de los perros a los hoteles, pero la gente no está concienciada. Y no pasa nada si están atrasados en este tema porque cada país tiene su cultura. Lo que más me duele es que tanto el Comité Paralímpico Internacional como el de Túnez no hayan previsto esta circunstancia. Son ellos los que lo ponen a su disposición y al menos que hubieran dicho esta semana os fastidiáis que vienen los paralímpicos...Nuestro país lo permite y a callar. Que los tunecinos estén en contra de los perros pues bueno es su cultura, pero es inadmisible que no nos dejen entrar ni en los propios hoteles de la organización», expresaba Munar bastante indignado con lo sucedido en las últimas horas.
Guillermo Rojo, el guía de Munar, también se mostró bastante apenado por la odisea vivida en Túnez. «En el hotel, que lo había puesto la propia organización, nos dijeron que el perro no podía entrar. Que lo podíamos dejar atado en una garita al lado de un cubo de basura. Nos negamos y entonces nos dicen que es eso o que nos marchemos. Recuerdo que el perro guía para mi compañero es como una silla de ruedas para una persona que no se puede mover...», apunta el atleta.
Entonces comenzó la aventura de encontrar un lugar donde pernoctar. «Llamé a 8 hoteles más de otras cadenas, pensando que tendrían un poco más de sentimiento, pero en todas nos dicen que el perro no puede acceder al hotel. Después de muchas horas encontramos uno en el que pudimos entrar, aunque a la mañana siguiente, Joan sacó al perro a pasear y después ya le pusieron muchos problemas para que volviera entrar. Después de tanta hostilidad y tantos problemas, decidimos volver y abandonar el país. En el aeropuerto nos dicen que no podemos viajar porque no habíamos avisado con horas de antelación. Le explicamos todo lo que ha ocurrido y tuvimos que llamar a la embajada española en Túnez para solucionar y poder volver a nuestro país». Y, por cierto, esto teniendo toda la documentación del perro guía en regla, y un certificado de exportación animal (CEXGAN)...
Debieron volverse todos los atletas a sus respectivos paises.