Bernardino Jaume, aunque insiste en que se le llame Dino, (Llucmajor, 1970) es el presidente de la Federación Balear de Golf desde 2016 hasta dentro de unos días, cuando le sustituya en el cargo Tolo Tous, actual vicepresidente de la entidad.
—¿Con qué sensación se va?
—Me voy muy satisfecho con el avance del golf en Baleares. Las sensaciones son fantásticas porque junto a mi junta hemos realizado una fantástica labor durante este periodo. Uno de nuestros objetivos era llegar a la sociedad balear. Cuando entramos había 6.200 licencias y ahora las cifras están en 8.600, con el hándicap de que tuvimos una pandemia por medio. Yo me había marcado la cifra de 8.000 federados, así que estoy más que satisfecho. La federación, junto a los campos, los clubes y las escuelas de golf hemos conseguido acercar este deporte a todos los ámbitos de la sociedad de las Islas. La campaña ‘Si lo pruebas, te quedas’ ha sido un éxito y ha ayudado a popularizar el golf, que le hacía bastante falta. Todo esto ha sido posible gracias al gran equipo
humano en la federación tanto en la parte de gerencia y administración, como en la técnica y
deportiva.
—¿Y en el debe, el campo público?
—Lo cierto es que me habría gustado llegar a este momento con este proyecto realizado. De hecho, si hubiera visto que en un año podía completarse incluso me habría replanteado seguir, porque hemos trabajado mucho tanto con el equipo actual del Ajuntament de Palma como con el anterior y las bases están sentadas para el futuro, pero al ver que el plazo será más largo decidí no presentarme. Es un proyecto imprescindible para que el golf siga creciendo en nuestra comunidad.
—¿Por qué es tan complicado que haya un campo público en Palma?
—Las instituciones tienen que ceder un solar de unos 50.000 metros cuadrados para construir el campo de prácticas y una pequeña sede social. Al ritmo que está creciendo este deporte tarde o temprano habrá un campo de golf público y las instituciones tienen que ser conscientes de ello, porque tras el fútbol y el baloncesto somos el deporte con mayor número de licencias.
—¿Cuántas de las 8.600 licencias pertenecen a ciudadanos extranjeros?
—Un 30 ó 35 por ciento. El resto son de residentes españoles.
—¿Qué importancia tienen los campeonatos internacionales?
—Son claves para la promoción. Hemos vuelto a poner a Mallorca en el mapa mundial del golf. Hemos generado el Road to Mallorca, hemos organizado una prueba del circuito femenino, tres del Challenge Tour y todo ello hubiera sido imposible sin el apoyo del Govern y del Consell de Mallorca durante estos ocho años. El golf no es sólo deporte y sostenibilidad, sino también economía.
—¿Qué consejo le daría a Tolo Tous?
—Le recomendaría que mantuviera abiertas las puertas de la federación, como hemos hecho
durante estos años. Tolo Tous ha estado con nosotros los últimos siete años y conoce muy bien el funcionamiento de la federación y el trabajo realizado. Me imagino que con su equipo aportará alguna idea nueva y también mantendrá la línea de las actividades que ya están funcionando.
—¿El golf está mejor visto ahora que hace 20 años?
—Yo creo que sí. Otra de nuestras principales labores durante estos años ha sido quitar el
estereotipo de que el golf es un deporte elitista, y por eso hemos realizado muchas actividades en colegios, ‘bautismos’ de golf y por los cursos de la campaña «Si lo pruebas, te quedas» han pasado más de 2.000 personas que, por 90 euros, recibían 10 horas de clase para introducirse en este deporte.
—Tranquilice al ciudadano en cuanto al consumo de agua de los campos de golf.
—Todos los campos de golf de Baleares se riegan con agua depurada. Además, esa agua depurada regresa después limpia a los acuíferos. Hemos hecho muchas actividades sobre este asunto, pero aún hay un desconocimiento por parte de la sociedad. Somos la única comunidad que riega el 100%
de sus campos con agua depurada y los clubes han hecho un gran trabajo en materia de sostenibilidad medioambiental en los últimos años.
—¿Es más caro o más barato jugar a golf que hace 20 años?
—Hay clubes más elitistas que otros, pero lo que hemos intentado es que en las pruebas federativas hubiera precios lo más asequibles posibles y realizar el mayor número de circuitos. Hemos generado los circuitos infantil, femenino, el Pentagonal (senior), todo ello con la intención de acercar el golf a
todas las edades. Tenemos más de 54 pruebas al año, y el año tiene 52 semanas. No sé si otro
deporte en Baleares organiza pruebas todas las semanas del año.