El cantante de fama y éxito mundiales Bad Bunny volverá a subirse al ring el próximo 6 de mayo, emulando a los luchadores profesionales en el próximo evento pay per view del gigante de la industria de entretenimiento WWE. La prestigiosa marca anunció hace unas fechas que celebraría Backlash, su programa de pago de mayo, en San Juan (Puerto Rico). Para acudir a la isla caribeña no existe mejor anfitrión que Benito Antonio Martínez Ocasio, pero su participación no va a ser meramente testimonial.
En las últimas semanas se ha ido alimentando la confrontación de Bad Bunny con los integrantes de The Judgment Day, una de las principales facciones antagonistas de Raw y Smackdown. Precisamente en la marca azul Rhea Ripley domina el tapete con puño de hierro desde que conquistara el cinturón de campeona ante Charlotte Flair en Hollywood, en el marco de WrestleMania 39.
Bad Bunny empezó su enfrentamiento con Dominik Mysterio, y en su defensa salió Damian Priest. Precisamente, el neoyorquino con orígenes portorriqueños será el rival del artista urbano en un combate sin límites.
Tal y como se confirmó en el último programa de la franquicia de WWE, la modalidad escogida será una batalla callejera. Un street fight de los de toda la vida, en el cual están permitidas armas y movimientos habitualmente vetados. De hecho a Bad Bunny se le ha visto últimamente muy cómplice con un kendo stick, tan ligero como dañino.
Curiosamente, la lista de celebridades exógenas al mundo del wrestling que asumen el riesgo inevitable y se suman a esta práctica va en aumento, no solo con Bad Bunny; el actor e influencer Logan Paul es otro claro ejemplo de estrella de las redes sociales cada vez más asidua del cuadrilátero.